A partir de ahora, saborear un chocolate ya no debería traer tanta culpa. Porque comer ese alimento prohibido por las dietas tradicionales puede aumentar la longevidad y proteger contra enfermedades relacionadas con el envejecimiento.
Hallazgos científicos recientes indican que existe un grupo de “alimentos inteligentes” -Smartfoods- que ayudan a que el organismo se mantenga joven. Es decir, influyen sobre la genética de las personas y logran silenciar los genes de la vejez. Se trata de 20 alimentos que, a simple vista, parecen comunes pero que tienen propiedades especiales. Alcaparras, berenjenas, caquis, cebollas, cerezas, chocolate negro, col, cúrcuma, frutillas, frutos del bosque, lechuga, manzanas, ají, pimentón picante, té verde, uvas, espárragos son algunos de los alimentos que pueden revolucionar las concepciones clásicas de la nutrición. Lo novedoso también es que se recomienda consumirlos de acuerdo a los gustos personales y sin la tiranía de contar calorías, aunque siempre con el criterio del sentido común.
Históricamente, se suponía que los genes eran algo inmodificable. Pero ahora la ciencia ha descubierto que el ADN puede ser susceptible a cambios externos, lo que incluye la forma en que una persona come. “Parece de ciencia ficción pero no lo es: algunas moléculas contenidas en los alimentos pueden llegar al corazón de las células y cambiar el funcionamiento de los rasgos genéticos”, explicó a la revista NOTICIAS, Eliana Liotta, autora del libro “la revolución smartfood”.
A largo plazo, según pruebas de laboratorio, ciertas sustancias pueden desactivar los genes que nos hacen envejecer y, al mismo tiempo, activar los que alargan la vida. Es decir, una dieta nutrigenómica que modifica lo más profundo de cada ser humano: lo que fue heredado