Después de mucho tiempo de pensarlo y de dedicarse a su vocación de diseñadora, inquieta buscadora de joyas de la ambientación y hasta de restauradora de muebles, Carmela Carey se decidió: había llegado el momento de llevar a cabo su sueño y de apostar por su propio estudio.
Para esta santafesina nacida en Uranga –desvío de la Ruta 9, pocos kilómetros antes de Rosario-, el espacio encontrado en el Centro Comercial Buenavista se veía ideal. Tanta ilusión generaba el emprendimiento, que hasta se animó a un lanzamiento rodeado de gente amiga. A las 5 de la tarde del 21 de marzo de 2020 estaba todo listo para la apertura. Un día antes, el presidente Alberto Fernández anunció el cierre casi total de las actividades en todo el país. El primer impacto para Carmela fue mucho más que el contratiempo de suspender la convocatoria y hasta el servicio de catering. Poco después, sintió que, como tantas otras veces en nuestra historia, de la crisis podían nacer grandes oportunidades.
Así fue, dos años después, no solo la dinámica de la actividad justificó su empeño en seguir adelante –clientes a distancia para muebles y accesorios, varios proyectos para espacios familiares y hasta una reformulación para oficinas de una empresa alemana instalada en la zona norte-, sino que su paso por la muestra de Estilo Pilar, a fines de 2021, le ratificó lo certero de su esfuerzo, su intuición y su obstinación.
Si bien gran parte de las virtudes de sus elecciones, tanto individuales como de ambientación, hace rato que venían mostrando una tendencia, el de la pandemia fue, para ella, un tiempo de ratificar la evolución de un estilo definido, sutil y nítido, pero a la vez, versátil: Carmela encontró, a través de la variante de colores, el punto de confluencia entre la voluntad del cliente y la fidelidad al estilo que la caracteriza.
Casi como un reflejo de su personalidad, Carmela navega entre ciertos elementos fetiche –en su estudio sobresalen los puffs y espejos de alta demanda- y una vocación por ponerle el cuerpo a la tarea. No se sorprendan si esa misma persona con especial sensibilidad para manejar la elección de tonos, toma una escalera para terminar un enduído o soluciona algún contratiempo de la instalación eléctrica.
No es esto lo que sobresale de su calidad. Es, simplemente, la manera en que Carmela Carey siente su vocación: creativa, constante y sin techo*.
CARMELA CAREY
DISEÑADORA DE INTERIORES
www.carmelacarey.com
IG @carmelacarey.interiores