El lugar
El Valle de Tafí se encuentra en la Provincia de Tucumán, entre dos cordones precordilleranos, entre picos del Aconquija y a una altura de entre 1900 a 3000 msnm. El valle está surcado por varios ríos, siendo los principales el río Morales, el río Blanquito y el río Infiernillo, todos descienden de altas cumbres y desembocan en el dique La Angostura. Debido a su altitud, el clima predominante es el templado, con nevadas invernales y, en verano, hay temperaturas de entre los 13 y 28 grados. Dada su altura, es el valle de mayor extensión en el mundo. El sector donde se encuentra la villa es húmedo, con un bioma de pradera y una altura promedio de 2000 msnm. Tafí tiene rica historia y una rica huella: arquitectura, culturas pre hispánicas, encomendados españoles, presencia Jesuita. Hasta la actualidad, en donde se configura como una villa veraniega, ideal para el descanso y el disfrute.
El jardín
Hace 15 años, Silvina Buhazha de Atenor, del grupo Los Jazmines del Garden Club Argentino, decidió construir aquí su vivienda, junto a su familia, con criterios muy definidos en cuanto a la arquitectura de la casa, con clara influencia de la arquitectura del mexicano Barragán y adaptando el diseño a la morfología del terreno, que es en pendiente y con piedras, con un paisaje de montañas y cielos.
Todo estaba para hacer. Los lineamientos de diseño de la casa fueron de la mano con aquellos que darían forma al jardín. Casa y jardín crecieron juntos.
Silvina suele decir que ella le otorga mucho valor a aquello que encuentra. En este sentido, su jardín se fue conformando muy dinámico y desestructurado. Semillas y pequeñas plantas fueron encontrándola en sus largas caminatas. Muchas especies y plantas encontraron un sitio en este jardín. Para ella, en su diseño fueron claves las flores, sus perfumes, los colores, que en su mayoría son cálidos, y sus complementarios, en armonía a su casa de los mismos tonos. No hay casi líneas rectas, tampoco simetría tal como la conocemos.
Es un jardín de jardinera, espléndido. Con prueba y ensayo constantes. Observando mucho en sus recorridas por el valle aquellas especies que han logrado adaptarse al clima y al suelo. Uno de los criterios es no forzar nada, respetar las características climáticas, plantar perennes y no flores de estación. En el jardín conviven árboles de especies nativas del Valle de Tafí como la Queñua y también aquellos que se sienten cómodos en estas tierras como álamos, roble y pino. También están las lavandas, retamas, rosales David Austin y rosales Iceberg, kniphofia, achiras, agapanthus, entre otras. Las aromáticas tienen su lugar, sin dudas, y están ubicadas cerca de la cocina: yerba buena, romero y orégano.
Un jardín cuidado y muy amigable, de autor. Al mirarlo, descubrimos entorno y paisaje que nos amplía la visión y el disfrute. El paisaje de las montañas, incorporado, abrazado y haciendo marco.*
Texto y fotos: Elsa Juri del Pino - Grupo Ledesma GCA
Comisión comunicaciones GCA
Garden Club Argentino
Contacto:
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