La obra de Marina Walker conmueve. No solo porque transmite sensibilidad y sutileza, sino porque es versátil, delicada y contemporánea. Su arte utiliza texturas y relieves donde predominan los blancos y los tonos neutros. ”Siempre estoy investigando. Mi búsqueda es representar la resiliencia. La belleza de los procesos de sanación y la magia de las transformaciones son mi fuente de inspiración”, afirmó la artista.
Con respecto a su gusto personal, Marina afirmó que prefiere crear obras de grandes tamaños: “He realizado proyectos enormes y paredes intervenidas. Me divierte mucho la obra on-demand, crear con mis clientes, y generar obras únicas y personalizadas”.
El mundo 2.0
La artista acepta que hoy mucho arte pasa por Instagram y admite que logró encontrarle el lado bueno a las nuevas tecnologías. “Gran parte del mundo del arte pasa por Instagram. Las redes sociales me permiten el acceso a todo un nuevo público, ya no son solo coleccionistas, y disfrutamos de lograr una relación fluida, teniendo la posibilidad de mantener un contacto directo”, explicó.
Lo que viene
La obra de Marina es parte de la Miami Art Week 23. “Es un honor para mí haber sido convocada para colaborar en la organización de las Art Fairs de Redwood Art (Spectrum & Red Dot)”, expresó.
”Como curadora del Reklaw South Group, busco dar visibilidad internacional a proyectos artísticos argentinos. La convocatoria siempre está abierta para artistas reconocidos y emergentes”, detalló. (Consultas y portfolios: reklawsouthgroup@gmail.com)
Para mediados de diciembre, la artista adelantó que vuelve a la Argentina para su Art Sunset en Sisu Fuegos, en Maschwitz. “Es un evento maravilloso que fusiona arte, música, gastronomía y solidaridad en una experiencia única, a beneficio de la fundación ‘Juguemos y caminemos juntos’”, agregó.
Acerca de la fundación
“Somos un equipo de profesionales y colaboradores, comprometidos y convencidos de que la transformación es posible. Trabajamos para lograr restituir y proteger los derechos de los niños en situación de vulnerabilidad, desde la primera infancia”, nos contó Marina. En la fundación ‘Juguemos y caminemos juntos’ se brinda abrigo, cuidado y amor, en un entorno de familiaridad, a bebés y niños, cuyos derechos fueron vulnerados y no poseen cuidados parentales, o deben permanecer alejados de sus familias.
La fundación trabaja con dos programas: ‘Nuestras casitas’ (hogares convivenciales), donde viven niños cuidados y acompañados hasta que se resuelve su situación, y ‘Familias solidarias’, que nuclea a familias en tránsito y referentes afectivos, que brindan atención, amor y experiencias familiares a los niños, a través de los cuales ellos ejercen su derecho a vivir en familia. “De esta forma, tienen la posibilidad de experimentar y compartir con una familia, creando vínculos sanos que dejen huellas positivas en sus vidas”, cerró.*
Contacto:
@mariwalker.art
Texto: Country Magazine