Reforzamos ese consejo observando la diferencia con estas coronas de novia: la primera fue podada en invierno y las otras no. Sus primaveras son bien diferentes.
Poda parcial, parte inferior en invierno, guiada para tener forma de copón. Parte superior libre.
Formas libres sin poda.
Entonces, ¿podemos podar en los meses con R como septiembre, octubre, diciembre, enero, febrero, marzo y abril? Ya se sabe que en estos meses el calor intenso nos pide sombra, pero algunas de nuestras plantas se extralimitan en volumen.
Una vez pasada la floración, a finales de septiembre / octubre, llega el momento de realizar alguno de estos dos tipos de podas.
Formación y mantenimiento
Llevamos al árbol o arbusto a recuperar su forma, quitando las ramas secas o que no han brotado, las cuales impiden que ingrese el sol al centro de la planta o, si tiene ramas que apuntan muy al suelo, que quitan belleza y proporción.
Si se planteó como cerco libre, hay que recuperar la forma después de que las flores ya no estén. De este modo, se permite que renueve su energía antes de que llegue el invierno.
Es conocida la poda de fines del verano, en la que se cortan aquellos arbustos y árboles que florecen y fructifican en las ramas nuevas.
Pinzamiento
Es un tipo de poda leve, cuando realizamos cortes con tijera o con los dedos en aquellas ramas de árboles o arbustos que son más tiernas y jóvenes. Esto sirve, especialmente, para reducir volumen, pero nunca se debe cortar más que la tercera parte de las ramas seleccionadas. Esto estimula el desarrollo del follaje y también puede utilizarse para orientar el crecimiento con una forma determinada.
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Ejemplos
- En el caso de la camelia (foto 5), está agotada por su floración, con lo que convendrá, además de fertilizar para que se recupere, pinzar las ramas que sobresalen de la tasa y quitarle las dos ramas inferiores.
- En el caso de la azalea (foto 6), pinzar 1/3 de las ramas que se escapan de su forma compacta y circular, hacia arriba o hacia el piso.
Tendremos en cuenta que, si la planta es muy joven o está recién plantada, el mejor consejo es dejar quietas las tijeras hasta que se adapte a su nueva ubicación y desarrolle raíces. Observaremos su evolución y sacaremos las flores marchitas, cortando hasta una yema fuerte, 2 o 3 cm por debajo de la flor que vamos a quitar.
¡Muy buena primavera y a disfrutar de la generosidad de la naturaleza!*
Garden Club Argentino
Stella Maris Grimoldi
Comisión de Comunicaciones y Redes.