El jardín comenzó a construirse en el año 2000, hace 24 años. Originalmente era un terreno de 3 hectáreas de bosque cerrado que se limpió de pino Douglas (que es plaga) y caña colihue. En el medio había una construcción sin terminar que hoy se ha convertido en su casa.
Un bosque autóctono rodea la casa, compuesto por Ciprés de la Cordillera (Austrocedrus chilensis), Coihue (Nothofagus dombeyi), Maitén (Maytenus boaria), Radal (Lomatia hirsuta), Arrayán (Luma apiculata), Lenga (Nothofagus pumilio), Ñire (Nothofagus antarctica), entre otros.
Patsy nos cuenta que todas las estaciones tienen su atractivo especial, pero el otoño se destaca por su colorido que va del rojo al amarillo, pasando por distintos marrones y tonos ocres. Entre los árboles se encuentran el Sorbus aucuparia, Acer palmatum, cerezos silvestres, abedul, lengas, ñires, raulí y roble pellín.
Algunos arbustos también contribuyen al color otoñal, como el Rhus cotinus, Rhus typhina, Spiraea thunbergii y Spiraea bumalda 'Golden Flame'.
La casa se encuentra envuelta por enredaderas. La hiedra siempre verde, en noviembre florecen los Clematis montana blanco y rosado, y en otoño resalta el rojo y naranja del Parthenocissus quinquefolia y el ramaje rojo del Cornus alba.
Hay herbáceas que también aportan color en otoño, como Polygonum persicaria, Geranium sanguineum, Veronica longifolia y Darmera.
Las gramíneas en esta época están en su máximo esplendor, como Miscanthus sinensis, Calamagrostis acutiflora, Carex commans bronze, Stipa tenuissima, Molinia arundinacea y muchas festucas.
Patsy nos cuenta que hace 40 años se mudó con su marido y cuatro hijos a Bariloche, donde nacieron otros dos. Desde chica, la jardinería siempre fue muy importante para ella. En 1988, un evento muy doloroso los golpeó fuertemente y fue en ese momento que sintió la necesidad de cultivar. Ver germinar una semilla y comprobar que la vida seguía fue muy sanador. Así comenzó a cultivar sus propias plantas, comprando semillas por correo de productores en el exterior. Hoy en día tiene su propio vivero, donde cultiva herbáceas, gramíneas, arbustos y algunos árboles. 'La Guarida de la Abuela', como la llaman sus nietos, es el lugar donde pasa muchas horas.
¡Mi Guarida rodeada de color!
Relato y fotos: Patsy Pentraith – Presentación: Stella Maris Grimoldi
COMISIÓN COMUNICACIONES Y REDES – GARDEN CLUB ARGENTINO