Una persona con un peso de 60 kg empieza una dieta y en un mes pierde 10 kilos. Al terminarla, al mes siguiente recupera esos 10 kilos perdidos y al cabo de unos meses más llega a los 75 kilos. Saben por qué pasa?
>Al recortar tanto la ingesta energética nuestro organismo no utiliza únicamente el tejido adiposo como fuente de energía, sino que también utiliza el tejido muscular. como resultado, empeora nuestra composición corporal y nuestro metabolismo se vuelve lento.
>Al hacer dietas tan estrictas nuestro organismo entran un modo ahorro de energía Y tratar de asimilar todo lo que consumimos al 100%. Por esto, mientras menos comemos más difícil bajar de peso.
>Con tanto déficit de energía y nutrientes empezamos a experimentar malestar, dolor de cabeza, cansancio. Por eso, mantener estas dietas termina siendo una tortura.
>Cada vez que nos prohibimos consumir un alimento que nos gusta, estamos aumentando nuestra ansiedad. Por eso, el día que nos pongan ese alimento en frente, no vamos a parar hasta no verle el fin, sea un chocolate o la caja entera.
>Las dietas nos hacen llegar a un peso, para algunos soñado, pero imposible de mantener. Esto pasa porque para alcanzar y mantener ese peso extremo es necesario vivir a dieta, pero nadie esta dispuesto a hacerlo durante toda la vida.
>Muchas personas deciden empezar una dieta para perder “2 o 3 kilitos” pero terminan llegando a un peso extremo. Por eso, al dejar la dieta y habiendo acumulado malestar, hambre y ansiedad, buscan contención en la comida. Por eso recuperan esos “kilitos” y a veces terminando con sobrepeso u obesidad.
>Tengan en cuenta que mientras más dietas hagan más difícil les va a resultar bajar de peso en el futuro. El metabolismo se va estropeando y el cuerpo tiene memoria. ¿Les parece que vale la pena?