Silke: Escuchar al corazón

Volví al maravilloso mundo de Silke. La primera vez fue para conocer su impresionante colección Los Arcanos Mayores del Tarot, una obra de tapices vibrantes y coloridos hechos con sedas y bordados con hilos que ella misma tiñe artesanalmente.

Me fascina esa serie de los Arcanos. No puedo venderla porque es un conjunto; las piezas no pueden separarse. Son veintidós tapices con muchísimo trabajo. Los muestro en el taller en visitas guiadas, donde suceden cosas muy mágicas. Es mi forma de dar, de animar a la gente a lanzarse a la expresión.

Silke cuenta que los diseños no son su obra. Se le aparecen de una manera casi mágica, sin saber por qué, y sabe que ella es la encargada de llevarlos a la tela tal como llegan.

Es fascinante ese momento: sentir y ver una imagen cargada de energía que viene de otra parte. Vibra de manera impresionante para que la hagas tuya. Es algo comparable al éxtasis. Yo no dirijo, me dejo llevar. Confío y permito que las cosas sucedan. En los diseños aparecen imágenes que llegan inconscientemente y completan un mensaje que descubro después.

Su trabajo, conocido mundialmente, se ha expuesto en muchísimos museos y galerías. Sus compradores la requieren desde los puntos menos imaginables del globo.

Esa chica criada en la oscura Alemania de posguerra, que emigró a la Argentina a los seis años y que, a través de su obra y de su mirada azul, traduce felicidad y pasión, ha estado siempre interesada en los saberes y creencias sagradas universales. Esta inquietud la llevó a buscar respuestas en la antropología, la astrología, la psicología de Jung y el tarot. Últimamente, a sus ochenta y un años, ha emprendido La ruta del Santo Grial, un viaje organizado por Graciela Caprarulo, especialista en conocimientos de la antigüedad y lugares rituales.

Fuimos a Inglaterra y a Escocia. Visitamos lugares de energía muy potente, atraídas por la propuesta de conectar con el poder ancestral que los anima. Caminar solas, atentas a dejarnos atravesar por el ambiente en un estado de apertura espiritual y de alma, nos abrió a un espacio emocional. Allí, el exterior y el interior se conectan sin palabras, tan solo en emociones.

Buscar el Santo Grial no es otra cosa que el símbolo de buscarse a sí mismo. Es averiguar aquello para lo que vinimos a este mundo.

Algunos de los lugares recorridos, como el castillo de Camelot, las cuevas del mago Merlín o la catedral de Salisbury, sumados a monumentos megalíticos similares a Stonehenge, las llevaron a concretar ejercitaciones místicas. Estas resultaron en una enorme conexión con el Universo.

Hoy Silke, además de dar talleres de creatividad y organizar visitas guiadas a su obra, trabaja ensimismada en un libro que acompañará una retrospectiva de su trayectoria. Allí descubre la coherencia entre su crecimiento interior y su obra. Puede ver toda su vida fecunda en perspectiva. Al ponerla en orden en un libro, entiende el valor de cada momento y las maneras en las que reaccionó a cada estímulo —bueno o malo— vivido.

Es una gran suerte poder, a esta edad, mirar el camino recorrido en perspectiva y reconocer que he sido fiel a mi instinto. Trabajé mucho disfrutando de ese camino, sin pensar demasiado en los resultados, y estoy muy agradecida por eso.

Una de las cosas más importantes en la vida, creo, es aprender a transmutar nuestra energía. Saber canalizar la energía sobrante (o mala) en algo positivo: deporte, jardinería, ayuda humanitaria, cocina, enseñanza. Un mal momento llega de repente, aun siendo nosotros absolutamente ajenos a ello. Que los baches de la vida nos sirvan de inspiración para superarlos sin caer en el desánimo absoluto.

Mis mejores obras surgieron en mis peores momentos. No es necesario que la creatividad te impulse a hacer una obra de arte, pero sí que puedas reaccionar frente a lo malo que te pase. Véelo, y saca de allí un proyecto de algo. No podemos evitar muchas situaciones del afuera, pero somos libres de decidir qué actitud tomamos al respecto.

La juventud de Silke se muestra en mil maneras: su entusiasmo, su trabajo, su dedicación a divulgar la creatividad y destrabar estados de no-permiso para abrir el alma y dejarse llevar. Pero, sobre todas las cosas, porque su confianza en el futuro, en la humanidad y en el Universo como generador del bien la convierten en una abanderada de las visionarias de un cambio de paradigmas en el mundo.

Creo que puedo transmitir algo valioso para todas las edades: siempre hay tiempo de armar algo, de interesarte por una actividad, sumergirte en ella, dejar nacer una pasión. Sin temer equivocarse ni esperar resultados, andar el camino, disfrutar de ese trayecto dando siempre amor. Deja que te lleve a distintos lugares, ábrete a posibilidades nuevas, conéctate con gente interesante que está en búsquedas similares. Todo eso ofrece un panorama riquísimo.

Las puertas se siguen abriendo a cualquier edad. Están allí para que nos acerquemos, nos animemos a abrirlas y entremos en esos espacios que nos aguardan.

Guíate por el corazón. El corazón es más honesto que la cabeza para elegir lo que es más adecuado para mí. La cabeza plantea dudas, desconfía, quiere googlear para ver si es verdad o no, si eso existe o no. De esa manera, te va deteniendo, interponiéndose entre tu deseo y tu hacer, entre tus sueños y tu poder creador.

Texto Luz Marti