Se qué puedo y qué no puedo comer, pero soy tan ansioso que no me puedo controlar.
Como vivo a las corridas en el día no como, pero cuando llego a casa me cae el hambre de golpe! Durante todo el día me re cuido. Vivo a vegetales y frutas... El problema es a la noche! Estas son algunas frases que me dicen mis pacientes en la primer consulta. Y aunque no sepan por qué les pasa esto, de llegar a sus casas y no poder controlarse, la respuesta está en sus propias palabras...
Cómo voy a controlarme si...
...pienso que hay alimentos que puedo y alimentos que no puedo comer?
…no me organizo como para hacer las comidas en tiempo y forma?
…considero que comiendo verdura y fruta le estoy dando a mi cuerpo todo lo que necesita?
Gente, para evitar esos ataques de ansiedad que nos agarran cuando llegamos a nuestras casas a la tarde-noche...
Primero y principal, tenemos que dejar de pensar que hay prohibidos y permitidos. Todo se puede comer moderando frecuencias y cantidades de consumo. Por ejemplo, puedo comerme un alfajor, pero no todos los días ni tres juntos cuando lo haga. Segundo, nos tenemos que organizar! tenemos que hacer todas las comidas en tiempo y forma, es decir respetando horarios y comiendo lo que corresponde. Tercero, tenemos que hacer comidas completas! Desayunar una fruta o almorzar vegetales no significa comer bien, porque faltan los carbohidratos y las proteínas! Y comer de menos en un momento significa comer de más después, y es un muy mal negocio. Entonces, la clave para evitar la ansiedad es: organizarse, hacer comidas completas y no restringirse!
La Lic. Carolina Pezzone de Semana Light nos comparte los secretos de un plato saludable.
¿Ya empezaron las clases hace rato y todavía no te podés organizar con los almuerzos para el colegio?
Esmeralda Veth, radicada en Argentina, convirtió su gusto por la cocina y su interés por la ciencia en una investigación acerca de los tipos de alimentos que pueden ayudar a enfermos de cáncer y de otras dolencias crónicas. Atacar o modificar su enfermedad desde una alimentación saludable y sabrosa, basada especialmente en plantas, es su cruzada constante.
Desde los 30 y sobre todo a partir de los 50 años, nuestro cuerpo y nuestra mente empiezan a dar señales de envejecimiento. Si no hacemos algo para frenar o ralentizar este proceso, indefectiblemente, en los tiempos que corren, con la modernidad y todas las noxas que nos rodean, es inevitable que envejezcamos prematuramente.
