La consigna es proteger al bebé.

El Dr. Burgos, jefe del área de Pediatría Ambulatoria del Hospital Universitario Austral, nos comparte en esta nota algunos conceptos para el cuidado del recién nacido.

La consigna es proteger al bebé.

Desde la prevención mediante las vacunas hasta el valor que tiene la lactancia, nos deja claro que todo siempre es “una parte” del cuidado del recién nacido y que a su vez nada es exclusivamente médico. El cuidado para que sea efectivo debe ser compartido con la mamá, el papá, el médico y la familia.

>> ¿Por qué son tan importantes las vacunas?

En la primer etapa evolutiva del bebé, las inmunizaciones son muy importantes. Si pesamos en la balanza del bien y el mal, las vacunas siempre van a estar al lado del bien. Hay algunos grupos “antivacunas” que dicen que son toxinas que pueden ingresar al organismo pero hoy se sabe y está demostrado que muchas enfermedades como la poliomielitis a partir del surgimiento de las vacunas, ya no aparecen. Son importantes las vacunas porque cuando se vacuna a un recién nacido, también se inmuniza al grupo de personas de su entorno. Entonces, si el bebé está vacunado, no va a contagiar a sus abuelos, porque un contagio puede ser perjudicial para un adulto mayor o una persona inmunodeprimida. A la inversa hay vacunas que los recién nacidos no pueden recibir, como contra la gripe, pero los padres sí deben vacunarse para protegerlos. Es lo que se llama “vacunación en capullo o rebaño”. Se piensa que la inmunización comienza con la madre y continúa con el recién nacido pero en realidad, empieza con el grupo familiar. Si bien algunas vacunas pueden tener efectos secundarios, son mínimos, como un eritema posvacuna, que es un poquito de fiebre o dolor en el sitio de inyección. Pero si pensamos en las enfermedades que son prevenibles con las vacunas y no se las aplicamos porque pensamos que son antinaturales, realmente, nos equivocamos y estamos haciendo algo perjudicial para ese bebé.

>> Muchos pediatras recomiendan que la lactancia materna es importante para la nutrición del bebé. ¿Cuál es su opinión?

Sin lugar a dudas la lactancia materna es un alimento fundamental, funcional y 100 % beneficiosa, tanto para el recién nacido como para la madre. Está demostrado que las madres que amamantan a sus hijos tienen menos probabilidades de desarrollar cáncer de mama. Entonces, hay un beneficio compartido: el vínculo, el apego, la situación, la contención que una madre le ofrece al bebé cuando le da el pecho es más que importante. La leche materna contiene lactoalbúmina, lactoferrina y, también, bifidobacterium, una bacteria probiótica que brinda inmunidad al bebé, quien desarrolla menos bronquilitis y, si lo hace, es mucho más leve o mode- rada; también es inmune al rotavirus. Hay una posibilidad de que con el tiempo no desarrolle diabetes, así como hipertensión, si mantiene hábitos saludables toda su vida. Juega un rol fundamental en los dos primeros años de vida, según la Organización Mundial de la Salud y, en forma exclusiva, en los primeros seis meses. A partir del sexto mes, cuando se suma la alimentación complementaria, se puede seguir dando el pecho sin ningún tipo de problemas.

>> ¿Cuáles son las pautas que debemos observar para considerar que nuestro bebé está creciendo madurativamente bien?

En este punto es fundamental el contacto que los padres deben tener con el recién nacido para observar su maduración. El pediatra es quien va a ir observando y guiando para controlar esa evolución pero básicamente hay cuestiones que los padres pueden observar y que pueden dar señales. El bebé a los dos meses ya sonríe; al tercer mes sostendrá bien la cabeza; al cuarto, si se lo pone boca abajo, comenzará a levantarse; al sexto se empezará a sentar. Entre los 10 meses y el año y medio, caminará. Estas son cuestiones a observar y además estar muy atentos a los accidentes en casa. Se puede caer de la mesa o la cama cuando simplemente se lo está cambiando y podemos quitarle importancia a ese hecho cuando un traumatismo en la cabeza puede ser muy grave.

>> En todas las épocas fueron siendo cambiantes los consejos de cómo debe dormir el bebé para evitar la muerte súbita. ¿Cuál es su opinión al respecto?

Considero que la mejor posición del bebé para dormir es boca arriba, apoyarle los piecitos al pie de la cama para que no se escurra entre las sábanas y evitar que duerma en la misma cama con los padres (colecho), porque también el calor de los adultos puede aumentar el metabolismo del bebé y ser causante de muerte súbita. Es importante no fumar dentro de la casa, mucho menos la madre durante el embarazo o la lactancia y no sobreabrigar al bebé.


TIPS PARA EVITAR LA MUERTE SÚBITA

La lactancia materna.

Posición boca arriba para dormir.

No sobreabrigarlo.

No fumar dentro de la casa.

No al colecho.

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