Testosterona: La gran aliada del antienvejecimiento

En los últimos años, la testosterona bioidéntica ha ganado protagonismo en la búsqueda del bienestar, desafiando los paradigmas de salud y cuestionando la controversia en torno a las sustancias naturales en medicina. A pesar de los conflictos de interés de la industria farmacéutica, que a menudo oscurecen los beneficios de las sustancias naturales, esta hormona se ha posicionado como un recurso clave para mejorar la calidad de vida.

Un poco de historia

Desde 1938 con Bishop, Greenblatt en 1949 y Rebecca Glaser desde los años ‘80, se ha utilizado la testosterona bioidéntica de origen vegetal en forma de implante subcutáneo, buscando mejorar la calidad de vida en mujeres menopáusicas. Los resultados han sido excelentes en la recuperación de la libido, el cuidado del piso pélvico y el tratamiento de los síntomas menopáusicos.

¿Qué se descubrió? 

Prestigiosos médicos como Glaser en Estados Unidos y Cardoso en Inglaterra, respaldados por numerosas publicaciones científicas, han demostrado los excelentes resultados y los múltiples beneficios de la testosterona bioidéntica, de origen natural y extraída de vegetales, mediante el implante de pellet o "chip". Esta hormona, que no es sintética, ha demostrado ser la clave para mejorar la calidad de vida en hombres y mujeres de todas las edades. La reposición de testosterona beneficia a cualquier persona con niveles bajos de esta hormona.

La visión tradicional de la medicina consideraba principalmente a la testosterona como una hormona masculina, sin reconocer los beneficios que aporta a la fisiología femenina. Sin embargo, a medida que avanzan los estudios de evidencia, como el estudio ‘Maturitas’, de diciembre de 2019, que incluyó a más de 19.000 pacientes, se ha descubierto que esta hormona es fundamental, tanto en hombres como en mujeres. 

Básicamente, los estrógenos derivan de la testosterona y, al darle importancia a esta hormona y utilizarla, inicialmente para aliviar los síntomas de la menopausia en las mujeres, se ha comprobado que también ayuda a resolver múltiples dolencias. La testosterona tiene un impacto positivo en el sistema articular, muscular y óseo, ya que ayuda a formar hueso. Es recomendada para tratar la osteopenia y la osteoporosis, y contribuye a la formación de músculo, siendo indicada en casos de artrosis, artritis y fibromialgia. Además, protege el sistema arterial, previniendo la obstrucción de las arterias, y tiene un gran impacto en la protección del sistema nervioso, ya que ayuda a prevenir enfermedades degenerativas.

A su vez, ayuda a quemar grasas, mejora la matriz colágena del organismo y protege el piso pélvico en las mujeres, evitando la incontinencia y tratando la dispareunia. Se ha evidenciado su papel en la protección contra el cáncer de mama y próstata, posicionándola como la hormona de la calidad de vida, que ralentiza el envejecimiento, mejora la memoria, tiene propiedades antidepresivas, restaura la fuerza, devuelve la vitalidad y ayuda en la recuperación de órganos y sistemas.

Los médicos funcionales e integrativos, comprometidos con la calidad de vida, y la longevidad saludable y disfrutable, utilizan la testosterona bioidéntica en forma de pellet o chip, implantando comprimidos desarmables debajo de la piel o en forma de crema. Sin embargo, siempre se aconseja a los pacientes, que acompañen este excelente tratamiento antienvejecimiento con una alimentación antiinflamatoria, suplementación micro nutricional adecuada y cuidado de la microbiota para obtener mejores resultados.*

Texto: Dra. Carina Bracalente

IG: @dracarinabracalente 

Máster en Ciencias de la salud con especialización en nutrición y bienestar, y concentración en hormonas y reposición hormonal. Mn 89496