Telemedicina

A la hora de hablar de Tele-medicina o Tele-salud, se confunden criterios básicos y elementales. Solicitar un turno por mensaje de texto, recibir nuestros análisis clínicos por correo electrónico, enviar por whatsapp la foto de un granito para que nuestro dermatólogo nos prescriba la medicación correspondiente, compartir con nuestro médico de confianza algunos síntomas con la cámara de nuestro teléfono encendida, o buscar en Google las características de una enfermedad para inferir diagnósticos o tratamientos, no constituyen acciones relacionadas con este concepto. Tampoco se trata de lo que muchos médicos temen, que es que los llenen de mensajes con consultas a través de alguna herramienta informática, y que luego de su jornada laboral deban dedicarse a responder decenas de consultas.

La telemedicina es la herramienta que permite evitar trasladar al paciente o al médico o a ambos, reduciendo el ciclo de cita-atención-estudios-diagnostico-tratamiento y llevando a tiempo real simultaneo una serie de pasos que normalmente se extienden en el tiempo generando demoras, improductividades y duplicaciones innecesarias. La tele-medicina debe ser un “acto médico” convencional y como todos lo conocemos, pero apoyado en las ventajas que la tecnología nos ofrece. Es decir que un paciente tele-médico aún debe solicitar un turno para que el médico especialista lo reciba y lo atienda. Cuando el profesional de la Salud se conecta a una plataforma tecnológica de telemedicina y enciende su cámara, equivale a abrir la puerta de su consultorio y hacer pasar al paciente. La consulta durará y mantendrá las mismas características de siempre, finalizándola de la misma manera que cuando despide a su paciente y se retira de su consultorio.

La imagen o el video es el requisito fundamental para hablar de tele-salud, el paciente y el médico deben poder visualizarse y por supuesto cuanto más grande y con mejor calidad de definición se determinen los dispositivos de video o “telepresencia”, la consulta resultará mucho más provechosa.

Pero sin dudas una de las mayores ventajas que ofrece hoy la tele-medicina es la posibilidad de conectar a pacientes que se encuentran en sitios alejados de los centros de salud de alta especialización y jerarquía. Tanto en la Argentina como en el resto del mundo, la mayor concentración de jerarquizados especialistas se produce en los grandes centros urbanos, limitando o complicando a la mayoría de los pacientes el acceso a ellos. Más aun, permite resolver casos complejos que requieren un abordaje multi-especialidad en los que es necesaria la participación simultánea de varios especialistas que difícilmente se encuentren en el mismo lugar y el mismo momento.

Además de las consecuencias del paso del tiempo y la demora, Esto tiene un enorme impacto en dos variables fundamentales. Una es el costo, lo que cuesta en términos económicos (y por supuesto para quienes tienen la posibilidad de hacerlo) trasladarse para poder ser atendidos por determinados especialistas. En algunos casos el costo está a cargo del mismo paciente pero en otros será responsabilidad de entidades de salud pública, pre-pagos u obras sociales. Pero sin dudas el mayor y mejor de sus beneficios es la posibilidad de atención o asistencia inmediata de cualquier paciente desde cualquier lugar con un especialista residiendo en otro lugar geográfico.

Bajo esta perspectiva resulta importante mencionar que la telemedicina permite por ejemplo una interconsulta entre un médico generalista con su paciente al lado (paciente remoto) con un médico especialista, o la consulta desde un pequeño puesto sanitario que tiene una enfermera, con un médico que pueda resolver una urgencia, o la atención médica a un paciente en su casa o con internación domiciliaria.

A través de una plataforma informática, un paciente remoto (hospital general, puesto de salud o domicilio privado) podrá solicitar turnos, conectarse a través de video conferencias o chat, capturar signos vitales y compartirlos, conectar todo tipo de equipamiento médico y compartir sus resultados o imágenes, imprimir recetas, gestionar calendarios y organizar agendas. Al médico especialista le permitirá aceptar turnos y pacientes, conectarse con ellos mediante herramientas de video, revistar historias clínicas, analizar signos vitales, gestionar equipamiento médico, compartir archivos, visualizar imágenes médicas, realizar anotaciones y prescribir recetas con firma electrónica o digital en forma segura y protegida. Asimismo, el paciente desde cualquier lugar podrá recibir asistencia remota y recomendaciones médicas, ingresar sus signos vitales por sí o con la asistencia de terceros, intercambiar mensajes, completar formularios electrónicos, recibir videos educativos, darle seguimiento a su actividad, y todo tipo de consultas desde su casa, completando un vínculo dinámico, simple y accesible a través de herramientas masivas como un teléfono inteligente o una tablet con las que seguramente ya cuenta. Las entidades médicas contarán con todo tipo de información estadística y tableros de control que facilitará el análisis de gestión o administración de los recursos que sean requeridos con la cobertura de seguridad y legalidad adecuada.<<

LOS PILARES FUNDAMENTALES DE LA TELEMEDICINA

> La imagen y el sonido

> Integración con Software de dispositivos médicos

> Integración con todo tipo de soluciones de video

> Integración y Grabación del historial clínico

> Integración con todo tipo de soluciones informáticas