Además de todos los eventos, en esta época también cargamos con el estrés del año, el cual repercute negativamente en el metabolismo. El estrés pone en alerta a nuestro organismo, porque percibe una amenaza y se defiende ahorrando cualquier gasto de energía. ¡Ojo! Quienes gozan de un peso saludable y pasaron el año comiendo sano y haciendo ejercicio, no están exentos de esta situación.
Tres grandes errores que se suelen cometer en diciembre:
1. Ayunos prolongados durante la semana para poder comer sin parar el sábado y el domingo.
2. Dejar las harinas y pasar a comer más carnes, quesos y huevos, sin conocer los niveles de colesterol en sangre. Esta es la época en la que más altos suelen estar, debido al estrés y a la falta de cuidado durante el año.
3. Y el peor error: quien no pudo bajar de peso durante el año “se entrega”, ya que aparece esa sensación de que “si no me cuidé antes, ahora menos” y come sin control.
Entonces, ¿qué debemos hacer? ¡El mejor objetivo es mantener el peso! Que ya es un desafío. Pero si aún con todas las trabas y tentaciones de fin de año, tu motivación está pum para arriba, ¡nada te impide lograr tu descenso! Acá van unos típs:
◦ Hay que aprovechar que en esta época hace bastante calor, y que eso nos ayuda a amigarnos con el consumo de frutas, ensaladas, jugos y licuados.
◦ Probá con un ayuno de hasta 12hs. Es decir, si desayunás a las 8, que la última comida sea a las 20hs.
◦ No te pases más de tres horas sin comer y que no pase menos de 1.30hs entre comida y comida. Es decir, hay que hacer las cuatro comidas, y si hace falta, una o dos colaciones de no más de 120 calorías, por ejemplo: una fruta, una barra de cereal o un puñado de frutos secos.
◦ Tanto en el almuerzo como en la cena, que medio plato esté compuesto por verduras crudas, cocidas, salteadas apenas con aceite, al horno o a la parrilla. 1/4 del plato que contenga proteínas, desde carnes magras, hasta queso o huevos (no más de dos en reemplazo de las carnes). Incluso podés incluir medio plato de legumbres en lugar de carne. Para los hidratos también, 1/4 del plato. Es decir, dos cucharadas de arroz o de cualquier grano o cereal, fideos, papa, batata o choclo. Si vas a comer una milanesa, que ya tiene proteína y el hidrato del pan rallado o la avena, entonces lo ideal es acompañarlo solo con verduras.
◦ Aprovechá que las caminatas nocturnas o temprano a la mañana se hacen más tentadoras en verano.
◦ ¡No te reprimas! Elegí tus gustitos, sobre todo en las fiestas, cuando hay mucha variedad de comidas, elegí el que más te gusta y servite en un plato lo que vas a comer. Recordá, la clave es comer con conciencia y lo más importante, ¡disfrutarlo!
Lic. Carolina Pezzone, nutricionista.
(MN4961 MP 4793)
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