¿Sabías que haciendo dieta lo que perdemos es músculo cuando lo que deberíamos perder es grasa?
Tengan en cuenta que al disminuir el músculo el metabolismo se vuelve lento, lo cual dificulta la pérdida de peso. A su vez, nuestro cuerpo se encuentra genéticamente adaptado para hacer frente a períodos de escasez o hambruna. Por este motivo, al hacer dieta, nuestro organismo interpreta que estamos frente a uno de estos períodos y entra en “modo ahorro de energía”, por lo que trata de aumentar y conservar nuestras reservas energéticas. Además, la restricción alimentaria aumenta los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Esto se suma al hecho de que a consecuencia de la dieta probablemente experimentemos dolor de cabeza, fatiga, malhumor, frustración, ansiedad, etc. Por todo esto, tarde o temprano, vamos a intentar solucionar ese malestar que nos generamos con más comida.
Una frase muy cierta dice: “si buscas resultados distintos no siempre hagas lo mismo”. Por eso, mi propuesta es embarcarse en un cambio de hábitos, para que lo que logren puedan sostenerlo durante toda la vida. Para bajar de peso no hacen falta dietas prohibitivas que nos afectan negativamente el cuerpo, la mente e incluso nuestra vida social. Lo ideal es alimentarse de forma saludable y medida la mayor parte del tiempo, pero sin dejar de lado aquellos alimentos que se consumen por placer. Una persona que come de forma no saludable y desmedida la mayor parte del tiempo, si un día consume una ensalada no va bajar de peso ni convertirse en alguien saludable. De la misma forma, una persona que come de forma saludable y medida la mayor parte del tiempo, si un día consume un helado, no va subir de peso ni convertirse en alguien no saludable. Por eso, piensen que lo que va a modificar nuestro peso y nuestra salud es lo que hacemos todos los días, no lo que hagamos una vez cada tanto. Dejemos de ver todo blanco o negro, ¡busquemos el equilibrio! Y un consejo último: dejen de hacer foco en la balanza si no quieren frustrarse. De esta forma, van a ver cómo con cada avance van a empezar a verse y sentirse mejor. Que el descenso de peso sea resultado de todos esos progresos!
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La Lic. Carolina Pezzone de Semana Light nos comparte los secretos de un plato saludable.
¿Ya empezaron las clases hace rato y todavía no te podés organizar con los almuerzos para el colegio?
Esmeralda Veth, radicada en Argentina, convirtió su gusto por la cocina y su interés por la ciencia en una investigación acerca de los tipos de alimentos que pueden ayudar a enfermos de cáncer y de otras dolencias crónicas. Atacar o modificar su enfermedad desde una alimentación saludable y sabrosa, basada especialmente en plantas, es su cruzada constante.
Desde los 30 y sobre todo a partir de los 50 años, nuestro cuerpo y nuestra mente empiezan a dar señales de envejecimiento. Si no hacemos algo para frenar o ralentizar este proceso, indefectiblemente, en los tiempos que corren, con la modernidad y todas las noxas que nos rodean, es inevitable que envejezcamos prematuramente.
