La Lic. Carolina Pezzone de Semana Light nos comparte los secretos de un plato saludable.
Lo más abundante del plato y cuánto más variado mejor. Contienen fibra, agua y muchas vitaminas y minerales.
Muchos eligen no comerlos pero los hidratos de carbono son mejores si vienen de los diferentes cereales y harinas integrales. Tubérculos y almidones.
¡Lo importante es la cantidad!
Podés elegir como porción para tu plato:
Si lo consumimos bien distribuidos y variados durante el día evitamos picos de glucemias y disminuye la sensación de ansiedad.
¡Las proteínas son esenciales! Una persona en promedio debe consumir al día 100gr de proteína.
La contienen en mayor cantidad las carnes, quesos y huevos, pero también las legumbres!
Podés combinarlas. Una buena porción de carne es entre 120gr y 300gr
Si consumís legumbres solas, para cubrir el requerimiento puedes comer medio plato, también agrega un huevo o queso ó lacteos.
Si sos vegetariano agrega frutos secos, levadura nutricional y más legumbres variadas.
Es importante no pasarse con las cantidades para no cargar de tanto trabajo al hígado y al riñón! Las proteínas deben estar bien distribuidas durante las comidas del día y no todas juntas en una o dos comidas. Recomendación: 1,2g a 2g por kg de peso por día.
El azúcar es un ingrediente omnipresente en la dieta moderna, encontrado no solo en postres y golosinas, sino también en una variedad sorprendente de alimentos procesados. A pesar de su atractivo sabor dulce, el consumo excesivo de azúcar ha sido objeto de creciente preocupación debido a sus efectos adversos en la salud.
¿Ya empezaron las clases hace rato y todavía no te podés organizar con los almuerzos para el colegio?
Esmeralda Veth, radicada en Argentina, convirtió su gusto por la cocina y su interés por la ciencia en una investigación acerca de los tipos de alimentos que pueden ayudar a enfermos de cáncer y de otras dolencias crónicas. Atacar o modificar su enfermedad desde una alimentación saludable y sabrosa, basada especialmente en plantas, es su cruzada constante.
Desde los 30 y sobre todo a partir de los 50 años, nuestro cuerpo y nuestra mente empiezan a dar señales de envejecimiento. Si no hacemos algo para frenar o ralentizar este proceso, indefectiblemente, en los tiempos que corren, con la modernidad y todas las noxas que nos rodean, es inevitable que envejezcamos prematuramente.
