Magali Moro: "Descubrí que la astrología es una bella excusa para conocernos"

Para quienes no somos astrólogos, una carta natal se presenta como una imagen enigmática trazada en un lenguaje simbólico cuyo mensaje oculto resulta fascinante. Decididas a asomarnos a ese mundo infinito, entrevistamos a Magali Moro para hablar sobre las posibilidades de crecimiento que se reflejan en ella y sobre las energías que influyen en nuestra personalidad y destino.

Desde siempre, la astrología nos ha atraído y seducido, incluso –y muchas veces especialmente– desde su costado menos serio: el de las predicciones. Esto es particularmente cierto cuando existe un anhelo de control destinado a evitar acontecimientos que sentimos que pueden ponernos en riesgo.

Como herramienta milenaria, la astrología representa la suma de los conocimientos psicológicos de la antigüedad. Aparece ya en culturas mesopotámicas y, aunque durante siglos fue asociada a creencias mágicas y paganas, denostada y prohibida, recuperó su poder como un bellísimo elemento de autoconocimiento.

Todos sabemos que pertenecemos a un signo zodiacal, aquel en el que estaba el sol el día de nuestro nacimiento. Sin embargo, hay múltiples aspectos desconocidos y sus influencias son fundamentales en nuestra vida. Conocerlos resulta apasionante.

Magali Moro: astrología y transformación

Magali Moro no es solo una renombrada actriz. Mucho antes de serlo, se enamoró de la astrología y comenzó a estudiarla con curiosidad y empeño. Completó su formación como astróloga con la intención de trabajar en contenidos que colaborasen con el despertar y el cambio de conciencia necesarios en este milenio.

Explora en profundidad distintas disciplinas y caminos de conocimiento: eutonía, terapia del agua, yoga, y desde hace años estudia Un curso de milagros, que sugiere un cambio radical en la manera de percibirnos. Todo este conocimiento da sentido a su recorrido espiritual. Magali busca implementarlo de forma articulada y holística en experiencias grupales, generando espacios para compartir vivencias y saberes.

Hoy, su trabajo se reparte entre la confección y estudio de cartas natales para sus consultantes y sus círculos de mujeres, basados en la energía de las distintas lunas.

¿Qué es una carta natal?

Nuestra carta natal es el mapa de cómo estaba el cielo en el momento en que nacimos. Una carta tiene muchos componentes en distintos signos y casas que, combinados, expresan el potencial energético de cada persona.

"Si tomamos cada elemento por separado, no podremos integrar la información y terminaremos construyendo un Frankenstein con el que será difícil armar un todo." – explica Magali, sonriendo y haciendo una analogía exagerada con el monstruo de Mary Shelley.

Todos tenemos un juego de luz y sombra en nuestra carta que es necesario intentar conocer para evolucionar. Aun cuando nos identifiquemos con ciertos aspectos de ella, siempre habrá cosas que nos resulten ajenas. Esas cosas se presentan frente a nosotros una y otra vez, en distintas formas, hasta que logremos verlas y trabajar con su energía.

¿Cuál sería un ejemplo concreto?

Si, por ejemplo, en mi vida, mi trabajo o mis relaciones me topo constantemente con personas controladoras, es muy probable que yo tenga mucho de eso y aún no lo reconozca. Esas sombras de la carta son aspectos que no estamos aceptando de nosotros mismos. ¡Atención! En este aprendizaje entra con fuerza el tema vincular. Al aceptarnos, aprendemos a mirar al otro de forma distinta, entendiendo que aquello que nos irrita en él es también una característica nuestra. Saberlo nos ofrece la posibilidad de aprender y evolucionar.

¿Qué debería saber antes de consultar a un astrólogo?

Muchas veces, las personas desconocen el alcance del potencial informativo de una carta natal. No comprenden que hay en ello una intención más profunda, del orden de lo terapéutico. Antes de hacerla, sería bueno preguntarse:

• ¿Para qué voy a consultar a un astrólogo?
• ¿Qué me puede aportar la astrología?
• ¿Qué quiero llevarme de esta experiencia?

Responder estas preguntas seguramente hará que la consulta sea más enriquecedora.

¿Qué es el ascendente?

El ascendente representa la Casa I, la manera en la que empiezan las cosas. Es la puerta a la comprensión de la totalidad que somos. Marca lo que vinimos a aprender y, al mismo tiempo, una energía que nos cuesta reconocer como propia. Es lo que parecemos ser, lo que transmitimos a los demás y la manera en la que interactuamos con ellos. Para conocerlo, es imprescindible saber la hora exacta de nuestro nacimiento.

¿Cuándo empezamos a reconocer nuestro ascendente?

Aunque nuestra primera identificación es con la luna (que representa a la madre, lo cercano y los mecanismos de seguridad) y luego con las características de nuestro signo solar, finalmente aprendemos a identificarnos con lo que nuestro ascendente nos descubre.

El ascendente es como un telón de fondo: siempre presente, pero muchas veces desconocido. Reconocerlo es una tarea pendiente.

Entre los 28 y 30 años, cuando Saturno –el regente de Capricornio– pasa por nuestro signo, comenzamos a construir nuestra propia ley. Es un momento clave de decisiones, de concreción de deseos o proyectos y de asumir responsabilidades. A medida que evolucionamos, tendemos a ser más conscientes del potencial de nuestro ascendente.

Sí, se puede. La carta natal de un niño puede ayudar a los padres a comprender mejor las energías que trae y las que le resultarán más difíciles de manejar. Sin embargo, esto debe tomarse como una herramienta de acompañamiento, sin presiones ni condicionamientos.

Magali Moro concluye recordándonos: "La astrología no es solo un espejo para conocer nuestras sombras, sino también una guía para despertar nuestro potencial y transformar nuestra vida."

Si querés mas información podés seguir a Magalí en @magali_entreelcieloylatierra

Texto: Luz Marti

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