Inspiradas en viajes, mitos griegos, lecturas atrapantes y en la familiaridad ancestral de una joyería que atraviesa sus vidas, Liliana Stevopulos Y Sofía Rivero disfrutan de su actividad dándole cada una la impronta que sus clientelas buscan. Para ellas se trata de un lenguaje común que es más que sólo joyas, es una herencia, historias, vivencias de un pasado que renace y vibra en cada pieza.
¿Qué las inspira?
LILIANA: Somos muy viajeras y todo nos deja algo de inspiración: un paisaje, una pieza de museo, una obra de teatro, el trabajo de grandes diseñadores de otros rubros. Visitamos mucho Italia y Grecia donde las ferias y las vidrieras de joyerías son verdaderas obras de arte.
SOFIA: Me inspiran las películas de Agnes Varda, una cineasta belga-francesa que en su adultez descubrió que su padre era de origen griego.
¿Con qué materiales trabajan? ¿Algo especial para el verano?
SOFÍA: Yo trabajo casi todo en plata, y este año empecé a incursionar con las piedras. ¡Para el verano siempre hay muchas perlas que adoro! Las barrocas son mis favoritas. También aguamarina y zafiro. Me gusta mucho la gama de azules.
LILIANA: Sobre todo en oro. También hay cosas de plata o platino. Nunca materiales sintéticos. Piedras semipreciosas y preciosas, como diamantes. Para el verano elijo cosas más livianas dependiendo de las tendencias del momento: perlas, coral rosado, aguamarinas, turquesas. Me gusta mezclar dos o más piedras en mis piezas lo que le da un aire nuevo y liviano.
¿Hay diferencia entre brillante y diamante?
LILIANA: La piedra es la misma, y la calidad también. La diferencia está en el facetado y en los cortes, hoy hasta se cortan los diamantes en rebanadas finísimas lo que le da una ligereza mágica. El brillante, al tener menos facetas, ha quedado más rígido y antiguo.
¿Qué edad tienen sus clientes?
SOFÍA: Diría que mi franja más fuerte va de los 25 a 35 años.
LILIANA: En mi caso tengo familias en las que mis clientas son de tres generaciones: abuela, madre y nieta.
¿Cómo se trata a una clienta?
SOFÍA: La clienta es todo, tiene que sentirse única y especial y me gusta que el contexto sea perfecto.
LILIANA: No sé si soy una buena vendedora. Mis clientas son casi como de mi familia. Nos conocemos, según sus preferencias, confían en mí. Nos entendemos a la perfección.
¿Qué tipo de piezas forman sus colecciones?
SOFÍA: Las formas orgánicas son un distintivo de mi sello, Konstantina. Me gusta partir de una idea y desarrollar una colección en torno a eso. Mi última colección se desarrolló en base a un círculo, un anillo simple, pero bastante robusto. A partir de ahí fui probando formas, pulidos y variaciones con piedras.
LILIANA: La mayoría son aros, pulseras, monedas antiguas para colgantes, gemelos, collares. Mi pieza preferida son los aros.
¿Trabajan juntas?
SOFÍA: Trabajamos juntas, pero desde un lugar más conceptual y de consultoría. Cada una tiene su marca y nos ayudamos mucho en lo que necesita la otra. Por ejemplo, mamá me asesora en temas de inversión y costos y yo a ella la ayudo mucho con el tema tecnología y redes. Tenemos un diálogo muy fluido y nos vemos casi todos los días.
¿Hacen cosas a pedido?
SOFÍA: ¡Sí! Y es un proceso que disfruto un montón. Me gusta generar un diálogo fluido con esa persona y poder llevar a cabo esa pieza que tanto desean.
LILIANA: Muchas y son un lindísimo desafío.
¿Viajan juntas?
SOFÍA: ¡Si, pero menos de lo que me gustaría! hemos ido a Grecia, París, Londres e Italia juntas, Grecia es el más repetido, sin lugar a duda. Me gustaría que fuéramos juntas a Copenhague algún día.
LILIANA: Hemos viajado mucho juntas, pero ahora me gustaría llevarla a conocer Asia. Es un lugar altamente inspirador.
¿Cómo es la joyería moderna?
LILIANA: Como todo en los últimos años, la joyería ha cambiado mucho, se descontracturó y se rompieron las normas anteriores. Sufrió el mismo cambio que atravesó nuestra vida en todos los aspectos. Los accesorios han tomado una importancia preponderante. Se cambian, se buscan nuevos modelos constantemente, como sucede con la ropa o la vajilla. Se desacralizó el peso de la joyería, se perdió la rigidez, la necesidad de simetría. De ahí que se mezclen piedras impensadas en una misma pieza cosa que antes era difícil. Se terminaron las citas ceremoniosas para comprar una alhaja. Hoy se ven los productos y tendencias en las redes, se consulta y se compra con más facilidad sin necesidad de agobiar a nadie.
¿Una influencer en joyería?:
LILIANA: Yo diría que, Máxima de Holanda, sin proponérselo, es una gran inspiradora en moda y joyería: piezas grandes, modernas, audaces. Un lujo como influencer.
Texto: Ira Holmes
Agradecemos a @konstantinajoyas @lili.stevopulos
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