El secreto de los Bitcoins.

Si antes los buscadores de oro revolvían los lechos de los ríos para hacerse millonarios, hoy lo hacen en el inframundo de la web y están pendientes de la cotización de esta criptomoneda.

Pablo Wahnon es editor de diversos medios de tecnología y negocios y TEDx Talker. Tiene trabajos científicos publicados en Astronomía, Lógica y Semiótica. Es el periodista que a nivel mundial más veces participó en las conferencias globales que organizan IBM, Microsoft, Cisco, HP y otros gigantes informáticos. Habló con Country Magazine para explicar de qué se trata este fenómeno que vuelve locos a los más tech.

¿El bitcoin es una burbuja?

“Cuando el bitcoin cotizó a USD 20.000 se mostraron muchos análisis de por qué podía valer USD 1 millón. Cuando comenzó a bajar, tocando pisos cercanos a USD 6.000, aparecieron analistas anunciando el fin de las criptomonedas.

Esas volatilidades tanto hacia arriba como hacia abajo son efectos de burbujas. Las burbujas aparecen cuando se maximiza el efecto gregario del comportamiento en manada, una característica que compartimos con muchos animales.

Simplemente la gente compra o vende imitando al líder de turno. En los mercados este comportamiento también se observa, como lo demostró el físico argentino Martín Zimmermann.

Entonces vimos el fenómeno de todo el mundo queriendo comprar bitcoin simplemente porque subía. Ahora, otra cosa es decir que el bitcoin en sí mismo es una burbuja. La tendencia de largo plazo muestra una suba sostenida alcanzando pisos cada vez más altos. Recordemos que esta criptomoneda ya está por cumplir 10 años. Eso es demasiado tiempo para una burbuja.”

¿Comprar y guardar o hacer trading?

“El bitcoin se basa en una tecnología denominada blockchain. Esta tecnología sin dudas nació para quedarse y cada vez hay mayor consenso en que terminará impactando en el surgimiento de una nueva Internet.

Ahora se puede representar valor de formas insospechadas. Una empresa con algún producto sobresaliente podría crear su propia moneda; si vamos al extremo, cada persona podría crear la suya.

Lo que podemos ver es que bitcoin tal vez sea como la moneda de cambio, es decir, que en definitiva todas las otras criptomonedas la utilicen como patrón, como lo fue el oro.

En cuanto a la modalidad de trading, la volatilidad de la moneda lo permite, aunque también se debe notar que las comisiones que se cobran son mucho más caras y las plataformas más inseguras que en el caso de las acciones.

En general, los inversores que conocí y que han hecho fortunas no se dedicaron al trading, sino a descubrir activos baratos y quedarse en ellos durante un buen tiempo hasta que se valorizaran. Ellos ahora están buscando entre las criptomonedas ignotas: esas que multiplicarán por 100 o más su valor de mercado.”

Nuevas ideas que sorprenden

“Cuando se quiere crear una empresa es algo común buscar inversores. Si se los convence, por lo general ellos se quedan con una parte de la empresa como contraparte del capital semilla que ofrecen.

Pero ahora se puede crear una empresa mediante ICOs (Initial Coin Offering, u oferta inicial de moneda). Digamos que son como créditos para comprar los productos que mi empresa va a ofrecer. Entonces no entrego parte de mi compañía, sino que ya prevendo el valor que voy a desarrollar.

Esta idea nació a partir de Ethereum, que es la segunda moneda detrás de bitcoin en cuanto a capitalización de mercado.”

¿Y el talón de Aquiles?

“Más que en Aquiles, pensemos en Arquímedes. En definitiva, toda la idea nace de la criptografía, que se basa en ciertos problemas matemáticos muy difíciles de resolver. Un bitcoin es difícil de encontrar, como el oro. Hoy en día requiere de computadoras muy sofisticadas, es decir, hay que invertir mucho para hallarlos.

Pero puede aparecer algún genio matemático que cambie por completo todo y esos problemas difíciles pasen a ser solucionables. Cuando los técnicos hablan de la seguridad del sistema se olvidan de mencionar este punto.

El otro riesgo son los Exchanges, las plataformas donde se intercambian criptomonedas. Sucede que, una vez que el Exchange alcanza cifras superiores a los USD 100 millones, aparece la tentación de cerrarlo y llevarse todo. El anonimato aquí juega un rol importante.

Por otra parte, hay que ver cómo reaccionen los gobiernos: China ya dio señales contundentes para protegerse, y ello fue una de las causas de la última baja.”