La Porteña - Café bar

Nos acercamos a conversar con los dueños de La Porteña. Con total calidez nos recibieron y nos contaron parte de su historia. Carolina Diaz pertenece a la segunda generación de esta empresa y actualmente está a cargo del Café en Pilar. Estar acá nos hace sentir que estamos en el living de casa. Prendemos la PC, con un espumante capuchino al lado y el olorcito a rico de un lemon pie recién horneado nos invade. Música suave y voces en susurro. Es evidente que La Porteña Café en Pilar, conoce los secretos de los aromas caseros que nos transportan a los tiempos de la abuela. La pastelería está a cargo de Valu Ramallo. La gerente del café, nos dice: “Estamos muy contentos porque con Valu tenemos esa certeza de que siempre todo lo que ofrece es delicioso y de calidad, y además nos gusta su propuesta animarse a cosas nuevas, de ir variando. De esa manera nos permite estar a la vanguardia de lo que pide el público.”

La búsqueda de la excelencia sin dudas es un tema de origen de La Porteña. Una empresa que nunca perdió su esencia: ser un lugar de encuentro de amigos y familia con un menú a la altura de las exigencias. Siendo testigos del éxito del tradicional restaurante La Porteña Pilar, desde su apertura en 1999, podemos valorar esa capacidad de sus propietarios de estar atentos a percibir lo que más le importa a su gente: “Desde el principio, mi papá sostuvo que los clientes deben sentirse como en casa y esa es nuestra premisa siempre.”, explicó Carolina confirmando la teoría.

En medio de esta paz doméstica que se crea en La Porteña Café, a mediodía ganan espacio las propuestas de comidas saludables con platos coloridos, ensaladas, tartas todo condimentado con buena música para poder cargar energías para seguir adelante el día. A la media tarde, meriendas para los más chicos o el after office van transformando el clima para terminar la jornada entre amigos. La Porteña Café cumple con todos. Como la familia. <<