Compost

Te contamos cómo podemos hacer compost para minimizar la huella que dejamos en el planeta Tierra.

El compostaje es un método muy práctico y beneficioso, ya que podés reducir tu basura hasta un 50%, y como resultado obtenés tierra fértil para alimentar a tus plantas. El proceso es fácil y se puede llevar a cabo desde el parque de una casa hasta en una oficina.

¿Qué es el compost?

Se trata de un proceso controlado de descomposición de materia orgánica. En otras palabras, los restos que provienen de desechos naturales (como las hojas o los alimentos) son degradados por millones de bacterias, hongos e invertebrados en presencia de aire. De esta forma, se reinsertan en la naturaleza y vuelven a formar parte del ciclo de la vida; es decir, se reciclan.

¿Dónde lo hago?

En primer lugar, debés evaluar cuál va a ser tu compostera, es decir, el recipiente en donde vayas a depositar tus residuos orgánicos.

Si tenés un jardín, podes hacer un pozo en la tierra. De no ser así, podes comprar una compostera o armarte una propia utilizando cajones de fruta, baldes, cestos, pallets o maderas. El tamaño puede variar de acuerdo al espacio del que dispongas o la cantidad de residuos orgánicos que generes.

Se sugiere ubicar la compostera en espacios abiertos (balcón, terraza o patio), preferentemente a la sombra y tapada.

¿Cómo lo hago?

El compost es una acción muy sencilla ya que todo el trabajo lo realizan billones de bacterias, hongos e invertebrados. Nosotros simplemente debemos otorgar los materiales y las condiciones necesarias para que este proceso se pueda desarrollar de manera eficaz y eficiente.

La clave para que esto suceda es buscar el balance de los distintos componentes que van a formar parte del proceso: debe haber un equilibrio entre la cantidad de nitrógeno, carbono, aire y agua.

• MATERIALES “VERDES” (Nitrógeno): restos de comida, yerba, café y/o pasto fresco.
• MATERIALES “MARRONES” O SECOS (Carbono): tierra, hojas secas, ramas, papel y cartón sin plastificar, cáscaras de frutas secas, aserrín.
• AIRE: el compostaje es un proceso aeróbico. Por ende, la pila tiene que estar aireada para que los residuos no se descompongan de manera anaeróbica.
• AGUA: para que los agentes descomponedores puedan actuar y el compost se haga a buen ritmo, la mezcla debe estar siempre húmeda (ni seca, ni empapada).

Para que el compost esté equilibrado, lo recomendable es colocar los materiales húmedos y secos en capas, agregando una cantidad similar de ambos. También se sugiere añadir un puñado de tierra entre capa y capa para aumentar la presencia de microorganismos en la mezcla.

¿Qué va en la compostera?

La naturaleza hace su propio compost de forma natural: las hojas que caen de los árboles, por ejemplo, se degradan y abonan el suelo. Nosotros vamos a simular el proceso de la naturaleza, pero en una escala reducida; es por ello que debemos controlar las condiciones para realizar el compost de manera adecuada y sin causar molestias.

Para tal fin siempre es útil identificar cuáles son los desechos compostables y cuáles no:

• COMPOSTABLES: Yerba, cáscara de huevos, frutas secas, cáscara de frutas y verduras, café, saquitos de té, pasto, hojas secas, fósforos usados, filtros de café.
• NO COMPOSTABLES: Carne, huesos, lácteos, aceites, excremento de animales carnívoros, colillas de cigarrillo, materiales inorgánicos (vidrios, plásticos, metales, etc.), productos químicos.

¿Cuánto tarda?

El proceso de compostaje dura entre 2 a 6 meses, dependiendo de condiciones como su temperatura o los materiales que contenga.

El compost está listo cuando todos los desechos orgánicos que depositamos en nuestra compostera se han descompuesto completamente dejando como resultado un material de la misma textura, color y olor que la tierra fértil.

¿Cómo lo uso?

Cuando tu compost está listo podés colocarlo directamente sobre el suelo o mezclarlo con la tierra de tus macetas, huerta o jardín. Mejora la estructura del suelo, le aporta nutrientes, le da una mayor aireación y más capacidad de retener agua.

¿SABÍAS QUE...?

Se estima que solo en C.A.B.A se producen alrededor de 6000 toneladas de basura por día destinadas a los rellenos sanitarios. Es tanta la cantidad de residuos sólidos urbanos que se generan y tan costosa su gestión que, en ocasiones, el tratamiento no siempre es el más adecuado. En consecuencia, el soterramiento de la basura puede contaminar el subsuelo y las napas subterráneas desde donde se extrae el agua que parte de la población consume a diario.

Si la basura no es cubierta con tierra diariamente (lo que frecuentemente sucede), queda expuesta a cielo abierto emitiendo olores, contaminación del aire y siendo un foco que atrae animales como los cientos de aves que se alimentan del basural, roedores y otros potenciales transmisores de peligrosísimas enfermedades.

Actualmente, los rellenos sanitarios están próximos a alcanzar su máxima capacidad; por lo que el compostaje resulta ser una opción muy conveniente para reducir significativamente nuestra basura y, por consiguiente, el impacto ambiental, sin mencionar el tremendo ahorro económico.

Si tenés alguna consulta, no dudes en contactarme. ¡Te invito a sumarte!