¿Qué significa para la Argentina alcanzar la categoría de mercado emergente?
Es haber cumplido con las medidas de liberalización del mercado financiero para entrada y salida de capitales. Es una buena noticia para empresas que cotizan en el NSC, que es la bolsa de Nueva York y le implica a la argentina salir del aislamiento.
¿En qué nos cambia a los argentinos el acuerdo con el FMI?
Sin duda, van a existir cambios en nuestros hábitos de consumo producto del aumento de precios que se va seguir observando en los próximos dos o tres meses, y la recesión que viene instalándose hace unos meses, en lo que definimos como estanflación (estancamiento e inflación). En este aspecto, los mayores impactos vendrán de la mano de los alimentos y bebidas, como también de los combustibles y los servicios. Los primeros por el efecto del tipo de cambio y su impacto directo y, los segundos, por los ajustes que habrá de ir trasladándose en los próximos meses. El escenario, en este sentido, requiere de una gimnasia que casi se perdió; el hábito de compras y el almacenamiento de productos que nos retraen a los '70 u '80. Sin duda, la prudencia va a resultar el elemento fundamental al momento de definir gasto o inversión.
¿Cree que en la Argentina, alguna vez, vamos a dejar de pensar en dólares? ¿Por qué?
No, difícilmente eso suceda. Tenemos una memoria ancestral que nos lleva a buscar un refugio, una manera de no perder y atesorar; no podemos negar que una economía que le dio a la sociedad una moneda que devaluó su cotización en 13 ceros, desde 1969, deja secuelas difíciles de restañar.
¿Cómo hay que prepararse para la economía del próximo año electoral?
En primer lugar considerar que el nivel de ingresos no tendrá similar poder de compra al actual y eso restringirá no solo la capacidad de consumo, sino también la de ahorro. No se percibe una economía floreciendo sino más bien saliendo de una recesión, en el mejor de los escenarios, y que será bastante tenue.
¿En que conviene invertir hoy? ¿En ladrillos o en instrumentos financieros?
Ciertamente las operaciones financieras darán un buen resultado, fondos de inversión y aún Lebacs. Eso para los que desean poder manejar su renta. Los ladrillos son una inversión de tipo más segura. Pero el acomodamiento de tipo de cambio y precios internos, lleva a pensar en un tiempo largo. Pero de hecho, para la clase media joven, hoy es una opción poco probable.
¿Dónde tendría que recortar gastos el Estado?
Tiene muy poca tela para cortar. Tiene altos niveles de empleo pero eso tiene un límite; las obras públicas ya se han recortado y generaron una caída de empleo, los presupuestos han sido sub ejecutados, la recomposición de ingresos ha sido inferior a la suba de precios, pero también los compromisos de pago de deuda han subido, más las licuaciones de la pasada devaluación, etc. Los subsidios encierran otro problema de carácter social y no menor, el tema de las jubilaciones. Pero esto es solo una parte del problema. El dilema que se presenta es: más ajuste para que el mercado reciba ese mensaje pero, impactando en la economía real que viene muy golpeada y la economía financiera que espera hasta volver a creer. Falta un plan económico de crecimiento.
Enrique Dentice