- Consumir frutas, verduras y si es posible que sean orgánicas o de estación mucho mejor, cocinar al vapor, al horno o al grill, reducir consumo de los alimentos que contienen muchos conservantes, colorantes, químicos que no son nada buenos para nuestra salud, fíjate los vencimientos. Si vence en 2 años…imagínate la cantidad de conservantes que tiene para que esa lata o caja se mantenga así durante tanto tiempo.
- Incrementar el consumo de agua.
- Si estás haciendo actividad física naturalmente te inclinarás por una alimentación sana (¡Nadie termina una clase y se come una torta entera!). Estamos haciendo actividad y como consecuencia, cuidando nuestro cuerpo entonces tratemos de comer rico y sano.
- Lo importante es tener en claro el camino en el que debemos transitar, si un día comemos una porción de torta (¡que eso también es tener buena vida!) al otro día volver a encaminarnos y así seguir adelante, nada se arruino!
- Debe haber un equilibrio entre las calorías que consumes y las que gastas. si consumes mucho más de lo que gastas estaríamos en problemas, esto provocaría un aumento de peso y si gastas más de lo que consumes pasaría de manera inversa, estaríamos adelgazando.
- ¡Piensen que este es un cambio a un nuevo estilo de vida y no algo que vamos a hacer por un tiempo!
- ¡Aquí nos encaminamos hacia la vida sana! y es importante transmitirlo en nuestra familia y a nuestros hijos que de chicos prefieran ciertos alimentos a otros, es una cuestión de educación!
Transmitir hábitos saludables a nuestros hijos es la mejor inversión en salud para toda la vida.