En una entrevista mano a mano conocimos a Silvia, gran impulsora de la Equinoterapia.
Silvia Lo Gullo, (61 años), tiene 7 hijos y es instructora del Hípico San Isidro. Su pasión: los niños y los caballos. En esta entrevista a corazon abierto, conocimos mucho más que los beneficios de la Equinoterapia, sino una mujer con un gran corazón y que entendió de un problema, una oportunidad. Trabajar con sus grandes amigos, los caballos y ayudar así, a otros.
De muy chica le fascinaban los caballos, esperaba las vacaciones de invierno para ir al campo, montaba cómo y cuándo podía. Estudió Ingeniería, se casó, tuvo hijos y se alejó un poco para dedicarse a ser mamá, pero su amor seguía intacto por ellos.
Su quinto hijo Ignacio, nació con Mielomeningocele, malformación de la columna vertebral. A sus 3 años, su mamá le sugirió porqué no hacer equinoterapia, ella había leído que era una excelente rehabilitación. Y así fue como volvió a conectarse con los caballos. “Su amor nos cambió la vida a todos”, afirmó Silvia cuando comenzamos la entrevista. Y continuó: “a mi hijo Ignacio, mis otros hijos y a nosotros como familia. Nos empezamos a involucrar, y yo comencé de a poco a encontrar de esta pasión, un trabajo”
>>¿CÓMO COMENZASTE CON EQUINOTERAPIA?
Comencé como voluntaria, pase a ser ayudante. Después, durante unos 15 años trabaje en un lugar propio. Actualmente estoy en el Hípico de San Isidro, donde dia a dia disfruto de lo que hago. Es una bendición muy grande tener un trabajo en el que el reconocimiento no sólo es dinero, realmente lo que te devuelve en función de las caritas de felicidad de los chicos, su evolución, y ver a sus familias contentas cuando van alcanzando distintos logros, es un plus incomparable.
>>¿QUÉ BENEFICIOS BRINDA LA EQUINOTERAPIA?
La equinoterapia mejora el tono muscular de los chicos, le disminuyen los reflejos tónicos, ya que se graba el patrón de marcha o locomoción. Aumenta su integración sensorial y genera una mejor conciencia de la imagen de su cuerpo. Mejoran la estabilidad del tronco y cabeza, el equilibrio, su simetría corporal, la coordinación fina y gruesa. También la comunicación, concentración, atención, pierden los miedos, genera autoconfianza, más voluntad, se adoptan a cambios, disminuyen el nivel de agresividad, y sobre todo aprenden a tener un comportamiento colaborativos, de compañerismo, de voluntad. Aprenden a colaborar para que el caballo tenga sus necesidades cubiertas. Por último, el sistema digestivo, circulatorio y respiratorio.
>>¿POR QUÉ ES EL CABALLO EL ANIMAL IDEAL PARA ESTO?
Es que todos estos beneficios que da el caballo a los pacientes, lo reciben gracias a las características del caballo, dado que tiene una temperatura mayor a nosotros, transmiten su calor corporal, lo que relaja músculos y ligamentos, y, en el área psicoafectiva, esta sensación de ser mecido, genera sentimientos de seguridad, amor y protección, como cuando las mamás nos abrazan. Su marcha transmite impulsos rítmicos en cada paso, cuando los chicos montan esos impulsos mejoran la estabilidad y coordinación del cuerpo y la cabeza, y mejora el tono muscular. El movimiento que hace el caballo cuando camina, transmite un patrón de locomoción tridimensional igual al de la marcha humana. Al montar, el cerebro nuestro graba ese patrón perfecto, este principio hace que en personas que carecen de estabilidad y/o coordinación puedan dominar la marcha. Estos beneficios los recibe cualquier persona que monte.
>>¿QUÉ MÉTODOS UTILIZAN?
No todos los pacientes tienen el mismo problema. Por ende, es muy variado. Lo básico, es que el paciente se sienta de tal manera, que su centro de gravedad coincida con el centro de gravedad del caballo, y reciba los efectos básicos mencionados ( impulsos rítmicos, transmisión del calor corporal, transmisión de patrón de locomoción de marcha). Según lo que el paciente tenga, se trabaja con distintos ejercicios, de forma muy personalizada. Para los problemas físicos, se trabaja el paso y el trote para mejorar el equilibrio, fuerza muscular, disociar distintas partes del cuerpo. Si son chicos, con juegos. Para los problemas psicológicos, cognitivos, de atención o conducta, se trabaja la voluntad, los desafíos, a ubicarse en el espacio, se les enseña a dar órdenes a los caballos para que desarrollen el hábito de escuchar y atender, que aprendan a manejarse solos de forma autónoma.
Por ejemplo, con chicos autistas, se trabaja mucho la autoestima y seguridad. Se logra cosas maravillosas, son chicos aplicados, perseverantes… tenemos excelentes jinetes.
>>¿EN QUÉ CASO SE DEBE ACUDIR A LA EQUINOTERAPIA?
Son chicos con distintos cuadros, desde parálisis cerebral, síndrome de down, autismo, problemas de conducta, de atención, del lenguaje. También problemas de columna, gente grande con parkinson, alzheimer, depresión.
De pronto también tenemos chicos que no tienen ningún diagnóstico, pero que los padres se acercan a consultarnos. Tenemos casos de prematuros, donde todos estos ejercicios sirven de apoyo a la estimulación temprana, o chicos con problemas sensoriales leves.
Texto por: Carolina Bock