Carolina Prat nos recibe en su rol de co-conductora del programa solidario “Andino y El Pais” y nos cuenta el trabajo que hacen con su esposo, el periodista Guillermo Andino, donde dan espacio a quienes cuentan historias de ayuda al prójimo y ayudan a promover la solidaridad.
Carolina es un ser dulce, de una radiante belleza y dueña de unos ojazos verdes que te invitan como a un viaje en su interior. Cálida y espontánea nos recibió en el hogar que comparte con su marido Guillermo y sus 3 hijos Sofía (18), Victoria (12) y Ramón (4). “La casa de los suspiros” es el nombre que ellos eligieron para este lugar, diseñado íntegramente por Caro, donde se respira su calidez. Tiene una combinación equilibrada de piedra, vidrio y madera, con detalles únicos, como cubiertos embutidos en el cemento alisado del piso que le dan una impronta personal. “Me encanta el diseño y siento el arte en todo, hasta cuando pongo una mesa”, dice Prat a Country Magazine. Hace cuatro años se sumó como co-conductora, junto a su marido, del programa “Andino y El país” que ya lleva 11 años en el aire en A24. En 2018 ganaron el Martín Fierro de Cable y Andino en ese momento le dedicó unas palabras que lo resumen todo: “Gracias a vos, amor. Porque este programa está hace 10 años en el cable, pero es mucho mejor desde hace tres cuando te incorporaste y le pusiste tu sensibilidad, tu inteligencia emocional. Porque yo, que hago noticiero, a veces se me endurece el cuero y con vos equilibro”
>>¿QUÉ HACEN A TRAVÉS DEL PROGRAMA?
Buscamos mostrar los proyectos de gente que necesita ayuda y que muchas veces están invisibles. Llegamos a lugares en donde el Estado no está presente. Sentimos que podemos aportar nuestro granito de arena visibilizando sus proyectos. Nos contactamos además con personas que, si bien no tienen una fundación o una ONG, igual están ayudando. Como ejemplo de eso es el caso de una mujer que entrevistamos hace muy poco que tiene un lugar que se llama “Rincón de Amor” en Florida. Es una casita muy chiquita con una situación muy precaria. Ella nos contó que no pudo soportar que los vecinos de su barrio no hagan las cuatro comidas y que, al menos con la ayuda de la gente, logró dar una merienda. Yo siempre digo que hay gente que tiene el don de Dios de estar conectado humanamente con el dolor y la necesidad del otro. Por eso nosotros apuntamos a concientizar que hay mucha gente que no vive como uno y que necesita cosas concretas. A partir de ahí surgen acciones de gente que tiene esa alma solidaria. El conectar con el otro es un don que nos da la vida y si no lo sabemos aprovechar es como que pasamos por la vida sin entender nada.
>> ¿SE SIENTEN ALGO ASÍ COMO PUENTES ENTRE LAS PERSONAS?
Si, de algún modo somos puentes porque en muchos lugares donde hemos ido después nos escriben diciendo que los vieron en el programa y los ayudaron.
>> ¿HACEN TAMBIÉN ENTREVISTAS A PERSONAJES CONOCIDOS?
Si, contando sus historias solidarias vimos que la gente conecta más porque ve otro lado que tal vez no conoce de ese famoso. Mostramos la otra cara del personaje y eso nos encanta. Hay programas que son muy fuertes por los relatos que surgen de gente que uno no sabe lo que vivió.
>> HACEN UNA BUENA DUPLA TRABAJANDO. ¿CÓMO LO LOGRARON?
Nos complementamos muy bien. Guille me ayuda a mí en la parte periodística y yo lo ayudé a él a descontracturarse. Yo soy más de preguntar desde el alma y Guille desde la mirada periodística. Juntos logramos un buen equilibrio.
>> ¿PUEDEN TRABAJAR JUNTOS?
Somos como Mónica y Cesar, nos faltan las naranjas (risas). Solemos encontrarnos con ellos cuando habitualmente vamos a San Nicolás a ver a la Virgen y a comer por San Pedro. La última vez que estuvimos juntos comentábamos sobre la intriga que tiene la gente de cómo hacemos para trabajar siendo un matrimonio. Realmente no es fácil. Creo que coincidimos en que la clave para trabajar juntos es buscar y respetar el lugar del otro.
>> ¿HABLAN DE TRABAJO EN CASA?
Imaginate que con Monchi, Vicku y Sofi hay un montón de otros temas para hablar que no nos dan mucho tiempo. Además, si bien estamos trabajando juntos, no tenemos una rutina de todos los días juntos. Son 2 o 3 veces por semana en las grabaciones.
>> ¿QUÉ TE APORTÓ ESTA OPORTUNIDAD DE AYUDAR A OTROS?
Siempre fui solidaria de manera anónima y cuando surgió este proyecto lo tomé con mucha alegría. Siento que no podría vivir la vida de otra manera si no es haciendo el ejercicio de ponerme en el lugar del otro. Y creo que no se trata sólo de acompañar en el dolor sino acompañar también en la felicidad. Ponerme en sintonía con la otra alma, con lo que le está pasando a esa persona. Gracias a Dios tengo esta bendición que el programa me ayuda a poder canalizar.
Conociendo a Caro...
¿Cómo te definirías?
- La meditación. Me gusta meditar. Me considero una persona equilibrada. Me gusta estar en eje con el universo. Esto me ayudó a conocerme mucho más y ser más crítica conmigo. No me gusta pensar que todo lo que hago está bien porque si caes en eso no evolucionás nunca. Ser consciente que todo pasa por algo y entender que, de alguna manera, hicimos algo para que nos pase y poder corregirlo me parece que es el camino.
-La justicia. Soy muy franca. Sincera. Amo la justicia. Me duele lo injusto. Creo que la sinceridad es todo. Poder contarle a los demás desde el lado de la transparencia. Que cuando se apaga la luz roja seas la misma persona. Hoy yo trabajo en tele y me muestro como soy. Mi instagram es como el reflejo de mi alma.
-El humor. Me gusta el humor, soy graciosa. El humor en la vida lo considero muy importante.
-Las emociones. Soy sumamente sensible. Me emociona todo y me conmueve todo lo que me llega al corazón.
-El enojo. Me saca la injusticia y las cosas que no están bien. La mentira. Me enojo poco pero me enojo.
-El arte. Veo el arte en todo. Soy extremadamente detallista. Mi formación en el arte me ayudó también a tener ese ojo estético muy desarrollado y sin duda también los 4 años de Arquitectura están ahí. Por eso lo incorporo en mi casa, con la ropa de mis hijos mientras me dejaron vestirlos, que sólo me queda la más chiquita... Hasta en una mesa me gusta el detalle porque considero que eso es amor. Cuando pongo una mesa linda siento que le regalo a la persona que estoy sentando en mi mesa amor. No lo puedo ver de otra manera.
-Un mensaje. Soy intensa en mi vida y por eso me gustaría dejar este mensaje que yo me repito a mí misma. Vivimos muy a mil y eso hace que muchas veces no estemos conectados con las cosas que nos hace sentir bien. No darle importancia a ese café con amigas, a ese momento que te hace bien. No importa el trabajo que tengas pero que hay encontrar ese espacio para hacer las cosas que más te gustan, aunque sea mínimo.