El semillero del polo. Entrevista a Maria Chavanne.

Donde los valores son los ejes del deporte.

El semillero del polo. Entrevista a Maria Chavanne.

María Chavanne es un ícono en el polo femenino. Con una personalidad increíble, sencilla y apasionada por los caballos y el deporte, María jugó al polo durante más de 15 años, y fue pionera, participando de torneos tanto de hombres como mujeres. En lo personal, está casada con Facundo Castagnola, y tienen dos hijos: Dante y Mora.


Sus comienzos en el polo hablan de sus orígenes. “Los caballos despertaron algo en mí, me encandilaron. Me hicieron ser responsable, tomar un compromiso, fue una sensación única”, destaca María en diálogo con Country Magazine. 


María está a cargo de la Escuela de Polo ‘La Dolfinita’, donde enseña a jugar al polo a chicos de entre 4 y 17 años. En primera instancia, se aprende el dominio del caballo, para luego incursionar, de forma progresiva, en el juego con el taco y la bocha. Escucharla enseñar y motivar a sus alumnos, apasiona. Para participar, no es imprescindible contar con un caballo propio, ya que la escuela cuenta con caballos entrenados para las clases. 


Aparte de la actividad deportiva, ‘La Dolfinita’ es una escuela de valores que busca promover el respeto, el trabajo en equipo, y el cuidado del caballo y de sus compañeros. “Es lo más importante para nosotros, que los chicos aprendan a trabajar en equipo y se respeten entre ellos. El compañerismo es fundamental”, sostiene María.


En sus inicios, María trabajaba con caballos y siempre quiso tener su propia veterinaria, de hecho cuando viajaba por trabajo o acompañaba a su marido, visitaba las veterinarias de otros países. “En vez de ir a comprar ropa, compraba cosas para los caballos”, recuerda con alegría. 


-María, ¿cómo nacieron la escuelita y la veterinaria?

Cuando nació mi primer hijo, Dante, a los dos o tres años, abrí “la vete”, casi al mismo tiempo que comencé a dar clases. La escuelita nace por la necesidad de enseñarle a andar a caballo a mi hijo, y “la vete” surge como una oportunidad de conjugar ambas cosas. La oportunidad y el momento. 

“Siempre me gustaron los caballos, soy afortunada de poder trabajar con lo que realmente me gusta: los niños y los animales. Un lujo.”


-¿Qué aprendés de los chicos en la escuelita?

Aprendo todo, desde la simpleza que tienen para decir las cosas, sin intención de lastimar, pero diciendo lo que sienten, y uno lo digiere desde un lugar sincero, porque es lo que les está pasando realmente.


Aprendo a reírme de mí misma y les enseño a reírse de sí mismos, aprendo de todo en realidad. Los chicos son un libro abierto de la vida, si uno los puede escuchar y estar con ellos en ese momento. Siempre digo que mucho de lo que hago es ser como una mosca y escucharlos en su intimidad. Es muy rico lo que pasa ahí dentro de las clases, es gracioso, muy lindo.


Creo que los deportes, cualquiera sea, aportan mucho a la sociedad. El polo es un deporte difícil, incómodo, entonces al que le gusta el polo o los caballos se le enseña que hay que disfrutarlo sin importar las condiciones. Si llueve o hay viento, hay clase igual y tienen que venir. Para mí, los ayuda a fortalecerse como personas. 


También, se les enseña a ganar y a perder. El hecho de competir, la posible frustración de perder, son un montón de herramientas que los chicos van incorporando para la vida misma.


-¿Qué aporta el polo a la sociedad y a los chicos en sí?

Siempre gana uno y los demás pierden, y a veces los chicos no toleran esa frustración. Tienen todo y bastante fácil. Yo estoy dispuesta a mostrarles que, si bien el ganador es uno, está buenísimo participar. Tenemos un lema en la escuelita que es que si bien obviamente a todos nos encanta ganar, si perdemos, aprendemos mucho más. No lo digo solo yo, lo dicen deportistas consagrados. Entonces, perdiendo y participando, frustrándose y enojándose, uno también aprende, y eso es muy válido.


-Hablemos de tu equipo de trabajo. ¿Cómo se complementan?

Confío plenamente en que somos un equipo, en el que cada uno ocupa un lugar fundamental para que la escuelita funcione. Rosario me acompaña desde hace varios años; ahora se unió Flavia y los petiseros, Santi, “El Toro” y más chicos que trabajamos en el equipo. Me gusta sentir que todos tiramos para el mismo lugar, y para que eso sea así, hay que incentivarlo. Creo que soy una gran motivadora de grupos, me encantan y me parece muy importante trabajar de esta manera. Yo sola no llego a ningún lado, pero acompañada por gente capaz, es más fácil llegar al otro lado. Ese es el espíritu de la escuela.

“Yo sola no llego a ningún lado, pero acompañada por gente capaz, es más fácil llegar al otro lado. Ese es el espíritu de la escuela”.


-¿Creés que los caballos son sanadores? ¿Qué opinás de la equinoterapia?

La verdad es que no estudié, así que no puedo decir mucho. Entiendo que por ahí hay chicos que nos damos cuenta en la escuelita que tienen problemas de atención o algún tema, y el caballo le suma un montón. Yo siempre les digo que se sientan libres andando a caballo y creo que de eso se trata un poco todo esto.


-Por último, ¿cómo ves el futuro de los jóvenes del polo en la Argentina y en el mundo?

El polo en los últimos años explotó. Hoy, un montón de gente lleva a sus chicos a jugar. Antes era un deporte más cerrado, elitista, ahora se abrió, hay escuelitas en todos lados, hoy los chicos son muy importantes dentro del deporte y eso es lo que va a ayudar a que crezca. La Asociación Argentina de Polo está haciendo mucho hincapié en la seguridad, eso es algo nuevo, es de las pocas veces que escucho hablar de seguridad en el polo, y me parece buenísimo, más que nada para los más chicos y los adolescentes. Yo creo que este deporte va a seguir creciendo un montón.


-¿Qué te gustaría sumar?

Yo siempre me enfoco en lo principal, que para mí son los chicos, que ellos tengan una sonrisa, para mí es suficiente, es lo más importante de mi trabajo, que estén contentos. En la escuelita todo está pensado para que eso suceda, para que la pasen bien.*


TEXTO: Carolina Bock


Mas info: La Dolfinita - Escuela de Menores

Cañuelas, Buenos Aires. Argentina.

info@ladolfinita.com.ar

+54 9 11 4175 2241

www.ladolfinita.com.ar/

www.veterinariadelpolo.com.ar/

IG: @ladolfinita

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