Maca Paz: “Abril me hace inmensamente feliz”

Luego de siete meses de experimentar un cambio radical de vida, un sacudón emocional en todo sentido y una fortaleza a veces impensada, Macarena Paz (31) abrió su corazón y, en un diálogo a puro sentimiento, nos contó cómo vive, junto a su pareja, Rodrigo Pérez (39), guitarrista de ‘Ciro y Los Persas’, la crianza y evolución de su pequeña. 

Abril llegó al mundo el pasado 16 de febrero, tras un embarazo sin riesgos, a pura alegría, disfrute e ilusión por parte de estos papás primerizos que, después de ocho años de relación, se adentraron en la aventura más linda de la vida. Como bien lo definió la actriz y coach ontológica en sus redes sociales: “ese día, la vida dejó de ser lo que conocíamos para, literalmente, transformarse en algo nuevo”. La pequeña Abril nació con un síndrome genético muy poco conocido, lo que la llevó a pasar sus tres primeros meses de vida internada en neonatología. 

Hoy, tras poco más de cuatro meses en casa con su bebé, estos flamantes papás se encuentran batallando y aprendiendo de este desafío que se les presentó con la llegada de su hija. “Así la vida nos bendice y nos sacude, de la forma más maravillosa, inesperada y desorbitante. Nuestra reina, luchadora, valiente y fuerte leona nos enseñó, a los golpes, que la aceptación de lo que la vida ofrece, sin rechazar lo que es, es la única forma de vencer el sufrimiento interminable y ensordecedor”, escribió Maca a su comunidad de Instagram.

-¿Siempre supiste que ibas a ser mamá o fue un deseo que se fue despertando de grande?

Siempre sentí el deseo interno de tener hijos, de la familia, del hogar, de la cena en familia, esas imágenes de risas y abrazos, de calidez y estabilidad, que no tuve de chica y que deseaba con toda mi alma encontrar de grande. En Rodri encontré la persona indicada para llevar esas imágenes a la realidad, aunque luego fueran distintas. Los besos, los abrazos, la felicidad y las risas de las imágenes están intactas. 

-¿Por qué hacés referencia a que no tuviste eso en tu infancia?

Me refiero a la estabilidad de la familia, en casa todo era un poco caótico. Por suerte y esfuerzo hoy la dinámica familiar de ese entonces hace rato que cambió.

-Como mamá, ¿cómo te definís?

Si bien todavía me queda mucho por descubrir de mi personalidad en este aspecto, creo que puedo definirme como dedicada, atenta, amorosa y miedosa. 

-¿Cuál es el diagnóstico de Abril o qué trae aparejado?

Tomamos la decisión de, por el momento, no exponer el diagnóstico clínico de Abril, para evitar que nos llegue información que aún no necesitamos, no marearnos y poder mantenernos presentes, lo más que podamos. Ella tiene un síndrome genético que trae asociadas muchas patologías y discapacidades. Por ejemplo, el trastorno deglutorio, por lo que se tuvo que realizar una traqueostomía y colocar un botón gástrico. Algunas de las otras pendientes a mejorar son su hipoacusia y el coloboma bilateral. Confiamos en que, con mucho trabajo de fonoaudiología y demás terapias, vamos a explotar todo el potencial de esta pequeña campeona. 

-¿Cómo afectó la llegada de Abril en vos y en Rodrigo como pareja?

Nos unimos más, y más y más. Habíamos trabajado mucho en la comunicación antes de la llegada de Abril y nos sirvió muchísimo. Hablarnos todo, cada pensamiento, por más duro que fuera, lo compartíamos, y así nos mantuvimos al tanto de dónde estaba emocionalmente el otro y aprendimos a acompañarnos. En cuanto a la crianza, estamos bastante alineados en valores y eso. Sin lugar a dudas, es lo más importante. Y como pareja también tenemos, de a poquito, algunos momentos para reírnos y disfrutar solos.

-¿Sentís que Abril llegó a sus vidas con una misión o enseñanza? 

Abril me hace inmensamente feliz. El otro día le pregunté a mi novio: “Para vos, ¿soy más feliz ahora o antes de Abril?” Y, sin dudarlo, me contestó que ahora soy más feliz, y así es. Amanezco agradeciendo a Dios y a la vida por mi hija, pongo música, bailo y canto, juego, me río, Abril me sorprende día a día con sus logros. Todo lo insignificante ella lo hace significante. Creo que todos venimos con una misión, aún no sé cuál es la suya, solo sé que, por ahora, llegó a darnos mucha felicidad. 

-¿Creés que tu profesión, tanto la artística como hoy la de life coach, te dio herramientas para poder sobrellevar la nueva realidad que trajo Abril a tu vida?

Sin lugar a dudas, es un SI rotundo. A veces me siento demasiado triste y cansada, y siento que nada de lo que hice, ni nadie, me puede ayudar, pero luego, en algún lugar de mi mente, aparecen los recursos de lo trabajado y me ayudan a seguir adelante. ¿Lo más importante? La voz que uno instaló en su cabeza. 

-¿A qué te referís con esa voz?

La voz que te habla, todos tenemos una voz, la de nuestros pensamientos, que es como una radio sintonizada según las creencias que tengas arraigadas. La radio nunca para. Solo que uno puede, luego de mucho trabajo, aprender a sintonizarla. Y así es como creamos una voz más empática y, en mi caso, de fe y fortaleza para atravesar los momentos duros que tenemos que pasar.

-¿Cuál es tu cable a tierra?

Mi familia, mi trabajo, la música, el humor. 

-Si hoy tuvieras que revivir un momento feliz con tu hija, ¿cuál sería? 

Bailar con ella cada mañana, ¡y qué suerte que puedo revivirlo cada mañana! ¿Ves por qué agradezco?*

Texto: Marina Cleris