El Dr. Martín Lombardero nos presenta su libro invitándonos a explorar cómo nuestras emociones afectan el corazón.
Con historias conmovedoras y sabiduría médica de última generación, este eminente médico cardiólogo, pionero en imagen cardíaca, rompe esquemas desafiando a las concepciones tradicionales. En su libro nos ofrece nuevas perspectivas sobre la prevención y el tratamiento de enfermedades cardiovasculares. Estuvimos con él y esto nos dijo en exclusiva para Country Magazine.
¿Cómo fue la decisión de escribir un libro?
Durante 30 años me he dedicado a la docencia médica formando cardiólogos en mi especialidad, la imagen cardíaca. He escrito capítulos en libros médicos para cardiólogos. Pero desde hace algún tiempo, tenía en mente escribir para todos, para la población general, explicando con detenimiento muchas de las cosas que un consultorio a veces no hay tiempo. Y sobre todo aquellas preguntas que la cardiología clásica, a la cual pertenezco, aún no ha dado respuestas. El libro no tiene la certeza de darlas, pero en la repregunta, cuestionamientos e hipótesis podemos encontrar el lado oculto o poco explorado de las situaciones cotidianas de las que enfrenta un cardiólogo pero muy difícil para el que lo sufre: el paciente. Todo eso me inspiró a escribirlo, sin pensar en un resultado, escribiendo lo que sentía.
¿A quién está dirigido este libro y de qué trata?
El libro está dirigido a todos. A los que padecieron un evento cardiovascular y buscan respuestas, los que nunca tuvieron un evento pero pueden cambiar su destino cardiológico a través de la toma de conciencia, y también para colegas, para repensar la cardiología que ejercemos. Trata fundamentalmente de historias basadas en hechos reales, cuyo desenlace no se sabe hasta el final, y con la emoción como rol fundamental que actúa de gatillo de un evento cardiovascular. Hablamos de emociones primarias, que son las que vienen con nuestro arcaico sistema límbico y que nos ayudaron a sobrevivir desde hace millones de años, como la ira frente a un depredador; pero fundamentalmente enjuiciamos a las emociones secundarias, que son las quedan instaladas en nuestra mente, como un enojo crónico. Una emoción negativa instalada en nuestra mente actúa como un "suave" depredador permanente, activa sistemas de alarma (por ejemplo vía cortisol ), redirecciona la energía en torno a esa emoción, genera una inflamación global, aumenta el estrés oxidativo y nos predispone a que se gatille una alteración latente en cualquier órgano vulnerable de nuestro cuerpo. Como por ejemplo el corazón.
Una persona sin antecedentes familiares, sano ¿puede tener un episodio cardiológico producto de emociones fuertes?
Para que se dé un evento cardiovascular tienen que ocurrir una serie de situaciones que lo gatillen. No solo los antecedentes familiares son un factor de riesgo, sino también los malos hábitos y las emociones negativas instaladas en la mente. Una emoción negativa puede actuar como un "suave" depredador permanente, predisponiendo a una alteración latente en cualquier órgano vulnerable, como el corazón. Replanteemos que es estar sano en la cultura actual de un occidente que nos estimula a comer mal, estar quietos, con sobrepeso y vivir estresados.
¿Qué hay del mito “me va a dar un infarto”?
Jaja es una fantasía, una frase que esconde el miedo a tenerlo. Y para elaborar ese miedo, se lo expresa hasta en tono de broma. En el corazón depositamos todo: el amor, la vida y la muerte. Es una frase que esconde el miedo a tener un infarto, una expresión del temor a morir. Sin embargo, expresar ese miedo puede llevar a una toma de conciencia y una elaboración emocional que puede ser beneficiosa en la prevención de eventos cardiovasculares.
Sabemos que llevas muchos años organizando congresos médicos con tu especialidad, que tenés vocación por transmitir tus conocimientos y que dentro de tus pacientes hay personalidades prestigiosas y famosos que dejaron en tus manos el cuidado de su salud. Ahora vas a presentarte en la feria del libro. ¿Sentís que deberías explotar más ese lado de comunicador para ayudar a más personas?
MINIBIO
El Dr. Martín Lombardero cursó sus estudios de medicina en la Universidad de Buenos Aires. Luego se formó como cardiólogo en el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA) donde fue residente, jefe de residentes, staff y jefe de laboratorio de ultrasonido cardiovascular, entre los años 1990 y 2007.
Con más de 30 años de trayectoria en imagen cardíaca fue jefe del departamento de imagen cardíaca de los sanatorios de la Trinidad Palermo, Trinidad San Isidro y Trinidad Ramos Mejía, durante más de 15 años. Con reconocida y extensa actividad docente creó, organizó y dirigió 31 cursos y congresos de imagen cardíaca de carácter nacional e internacional, habiendo formado en sus diferentes centros a más de 500 cardiólogos.
Es miembro titular de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), Felow de la Sociedad de Imágenes Cardiovasculares de la Sociedad Interamericana de Cardiología (SISIAC) y profesor universitario de UBA-SAC, con 20 años de trayectoria docente. Actualmente, junto a la Dra. Micaela Mirada (cardióloga especialista en cardiometabolismo), dirigen el Centro de Prevención & Diagnóstico Cardiovascular de Pilar, en el Office Park de Panamericana Km 43.
Texto: Country Magazine
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