"En la cancha se ven los pingos” esa era una frase que mi abuelo usaba mucho para referirse al modo de reaccionar de las personas cuando están obligadas a ponerse a prueba. Y te pregunto, ¿un emprendedor se nace o se hace?
Porque de repente con este aislamiento social podemos sentirnos que nos convertimos en nuestros propios jefes, organizando nuestros horarios para todo lo que hacemos. Así como ejemplo tomamos decisiones propias que son nuevas y sin instructivos, de cómo presentarnos, ropa, herramientas en una videoconferencia, enviar trabajos por mail, etc.
Es muy loco porque sentimos que de nada de lo que hacemos estos dias tenemos reglas preestablecidas. Nos convertimos en algo más parecido a un trabajador freelance, donde nos vemos obligados a usar toda nuestra creatividad para rendir dia a dia y poder darle valor a eso que hacemos. Podemos hacer “lo que queremos”, podemos sentir esa libertad, pero ahí es cuando volviendo a la pregunta que nos convoca ¿Podemos cuantificar nuestro trabajo, saber cuánto rendimos o sentimos que pasó el dia y lo que hacemos no vale nada?
En fin, si tu caso no era así antes, bienvenido al nuevo mundo! Tal vez surja en vos algo que no conocías. Si sos de los que ya lo hacías seguramente te sentirás identificado. El mundo del emprendedor en casa y si se quiere aplicable al freelance, es ese donde todo es una gran aventura, donde te piden un trabajo y en general solemos desvalorizarnos... Pero ¿porque? ¿Será por qué lo pudimos hacer sin movernos de casa? Nooooo!!! Tu trabajo vale!!! Cambiá ese chip!!
Cumplir con una necesidad de otro vale. Sea que tu emprendimiento es un servicio o un producto, debes hacerlo valer. Si no se paga nada muchas veces se asimila con que “total no le cuesta nada!”.
Por eso, sabiendo que uno de los momentos más complejos en lo emprendedores es el momento de presupuestar y darle valor al trabajo, te aportamos unos tips a tener en cuenta:
PRIMER EJERCICIO: PREGUNTAS CLAVES QUE DEBES HACERTE.
¿Tenés un producto que te permita atraer clientes?
¿Ese producto o servicio que ofrecés tendrá utilidad concreta para tus potenciales clientes y los hará sentir bien?
¿Pagarías vos por eso?
¿Estás dispuesto a emprender a pesar que al principio te dé pérdidas y lo considerás una inversión, o por el contrario crees que podés ganar desde el dia uno?
Despues de responder y reflexionar sobre estas preguntas lo que tenés que saber es si es o no es un negocio economicamente hablando. Porque un negocio vale cuando lo es para las dos partes, hasta acá vimos la parte de tu cliente. Pero, es un negocio para vos?
CALCULAR TU NEGOCIO EN NÚMEROS Y ARMAR TU VALOR
Para armar el valor que permita conseguir una ganancia te brindamos los puntos a considerar:
1) Costo de materiales y horas dedicadas. Acá tenes que tener en cuenta según sea un servicio o producto. En el caso de producto la base son los materiales mas el tiempo y en el servicio será el tiempo dedicado. Esto habitualmente suele ser siempre mayor del programado. Por esta razón, es recomendable que calcules las horas dedicadas aunque sea de forma aproximada con algún plus.
2) Valor de las herramientas de trabajo que usás. Papeles, impresiones, mantenimiento de los dispositivos móviles y muchos otros gastos, son costos que debés agregar a tu presupuesto. Aunque te bases en herramientas gratuitas y versiones de prueba seguramente pasado un tiempo, vas a necesitar las licencias pagas, que te ofrecen mejores resultados o porque ya no son gratis y a veces son indispensables para realizar tu trabajo.
3) Gastos fijos. Recordá que los servicios como la luz e internet y viáticos, hasta ese café con tu potencial cliente, también deben imputarse en tus costos laborales.
4) Impuestos. Costos mensuales de monotributo en la categoria que corresponda o aporte autónomo, si fuese el caso y la alícuota de impuesto a los ingresos brutos que deberías pagar para cumplir con los requisitos a la hora de facturar.
5) Vacaciones. Como todo trabajador, te corresponden días de descanso. Por eso las horas no trabajadas, debes tenerlas en cuenta para el presupuesto final así como los días feriados.
6) Cobertura médica. Los días por enfermedad son algo muy habitual pero poco considerado. Es importante tener en cuenta, si precisás hacer reposo, los días que no trabajarás como el gasto en medicamentos.
Una vez que analizaste costos tenés que poder analizar el precio que pondrías para ganar por encima de ese costo. Acá te quiero marcar 2 puntos importantes.
1)Analizar la competencia y el mercado. Esto te va a ayudar para saber qué tan competitivo puede ser tu servicio o producto en el mercado que apuntas.
2)Analizar el valor agregado que tiene tu producto o servicio. Acá me refiero a la originalidad, a ese producto o servicio que debés valorar porque “no hay” o hay poco. No dejes de tener en cuenta este punto si tu caso lo merece porque esto puede aumentar mucho tu valor para ofrecerlo.
Con todos estos datos analizados podés armar una proyección mínima de tu ganancia y el valor que debe tener tu servicio o producto a ofrecer. Salvo el costo de los materiales en el caso de un producto, debes pasar a horas todos estos valores y asignar así el precio de las horas invertidas.
Ahora ya tenes todo para avanzar.
Recordá que lo que hacés vale!!!
Aprender a trabajar ordenadamente con los costos te ayudará a no perder dinero y sentirte además de todo mas pleno y seguro de vos mismo para que todo fluya a la hora de ofrecerlo.
Tomando el concepto de crisis = oportunidad puede ser que algo nuevo nazca en vos!
Un ultimo punto: Nunca te desvalorices, pero tampoco te sobrevalores.
Tomate tu tiempo y sentate a trabajar con esta guía así podrás ponerle justo valor a tu trabajo!
Texto: C.P. Liliana Rabboni p/Country Magazine